El poder de la fe es capaz de salvar al pecador arrepentido y de transformar la vida del hombre. ¿Cómo está tu fe? Jesús dijo que si tenemos una fe del tamaño de un grano de mostaza, podemos incluso mover montañas Mateo 17:20. Para que Dios obre en nuestro entorno, es necesario comprender cuán grande es el poder de la fe. Así que, ¡aprovecha y comprende el resto de las respuestas sobre este tema! Echa un vistazo:
Según Hebreos 11:1 “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve”. Lo que podemos entender de este versículo: tener fe es creer en algo, aunque no lo veas. Necesitamos tener fe para agradar a Dios, es necesario desde el principio de nuestra relación con el Señor: ¿Crees que Él existe? Debes saber que la fe es la base para que el hombre establezca una buena relación con Dios. En 1 Reyes 17 vemos al profeta Elías entrando a la casa de una viuda que estaba a nada de morir de hambre junto a su hijo, cuando Elías le pidió alimento, habló una palabra del Señor sobre el hogar de esa mujer. "Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra”. Lo que nos llama la atención en esta historia es que, incluso pasando escasez, la mujer creyó la palabra de Dios y no dudó en preparar comida para Elías. En respuesta a su fe, Dios proveyó para la mujer y su hijo. Qué bueno es confiar en la providencia divina, porque el Señor realmente provee todas las cosas. A pesar de las adversidades de la vida, él cuida de nosotros
En Lucas 8:41-56 tenemos el pasaje bíblico en el que Jairo clama a Jesús porque su hija ha muerto. La gente decía que no había salida. ¡El maestro le pide al hombre que solo crea! Y, tras una orden, su hija vuelve inmediatamente a la vida. ¿Qué nos enseña esto? Que sin importar las circunstancias, la única condición para que veamos a Dios actuar es creer, ¡creer en el poder de Dios!
Marcos 5:25-34 nos cuenta la historia de la mujer que tenía un flujo de sangre. Imagínatela en medio de la multitud, rompiendo la barrera del miedo y el desprecio de la gente. ¿Cuál era el propósito de la mujer? Tocar el borde del manto del maestro para ser sanada de ese mal, así que lo hizo y su fe la sanó.
¿Recuerdas el testimonio del hombre que tenía lepra? En Mateo 8 tenemos el relato de esta historia. A pesar de los problemas del leproso, su fe no se vio afectada. Él sabía que solo Jesús tenía el poder de limpiarlo de ese mal. ¿Y qué pasó? Al escucharlo, el maestro, con una mirada de compasión, lo tocó y lo sanó. Aquí vemos otro ejemplo increíble que muestra la manifestación del poder de la fe. Reflexiona: ¿estás en la condición de Jairo, de la mujer que tenía un flujo de sangre o eres más como Tomás que sólo creyó cuando vio?
Para contemplar el poder de la fe en nuestra vida debemos creer en Dios.
En Efesios 2:8-9 tenemos el siguiente texto: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”. La fe en Jesucristo nos salva, es a través de la fe que recibimos el perdón de nuestros pecados. Después, se nos da una nueva vida, en la que Jesús habita en nuestro corazón y nos da acceso a Dios.
En 1 Juan 5:4 está escrito: “porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.” Es común enfrentarnos a los problemas y desafíos diarios, pero cuando tenemos fe, superamos todas y cada una de las dificultades con la cabeza bien alta.
En Efesios 6:16 la palabra de Dios habla así: “Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno”. Podemos entender que el enemigo puede intentar destruirnos, pero la fe nos protege porque Jesús nos salvó. Por lo tanto, el diablo ya no tiene dominio sobre nuestras vidas. El poder de la fe se manifiesta en el acto de creer. Jesús, con su mirada compasiva, siempre tuvo compasión del hombre que confía en él, por lo tanto, si quieres ver la acción del maestro en tu vida, solo hay una condición: ¡confía en Él! Sigue meditando en este tema dentro de Glorify App a través de los diferentes recursos sobre la fe y la esperanza disponibles en la sección Mente.
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