Oímos este versículo, 'El gozo del Señor es nuestra fortaleza', citado con frecuencia, pero ¿qué significa realmente? ¿Cómo puede el gozo del Señor ser nuestra fortaleza? Este versículo se encuentra originalmente en Nehemías 8:10. Para comprender la profundidad de su significado debemos observarlo en su contexto original.
Las doce tribus de Israel habían sido exiliadas como disciplina por haberse olvidado de Dios. Nehemías, un israelita en el exilio, servía como copero del rey en Persia. Esto significaba que era uno de los sirvientes de mayor confianza del rey. Nehemías sabía que algunos de los israelitas habían regresado a Jerusalén, pero las murallas habían sido destruidas durante el exilio, por lo que se encontraban en una posición vulnerable.
Nehemías oró y ayunó durante meses y finalmente le preguntó al Rey si podía regresar a su tierra natal para reconstruir las murallas de Jerusalén. Para su sorpresa, el rey se lo permitió. El libro de Nehemías narra cómo, a través de pruebas y peligros, Nehemías dirigió al pueblo en la reconstrucción de las murallas. Después de reconstruirlas, el pueblo se reunió y escuchó la palabra del Señor leída en voz alta por primera vez en décadas. Es un momento significativo en la historia de Israel. Estaban restableciendo su ciudad, y lo primero que hicieron fue escuchar la palabra de Dios. La palabra tuvo un efecto poderoso en la gente, convenciéndolos de sus pecados y haciéndolos llorar. Sin emabrgo, Nehemías los corrigió y les mandó: "Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza». Era un día sagrado, no un día de luto. Esta verdad es profunda porque aunque el pueblo de Dios se había extraviado y había estado viviendo en el exilio como consecuencia de su pecado, ahora estaban en casa, restableciendo su ciudad. Y sus corazones estaban llenos de arrepentimiento. Arrepentirse significa cambiar de opinión sobre algo, y después del cambio viene la acción. Dios no nos convence de pecado para que nos revolquemos en la autocompasión, lo hace por bondad, para que podamos caminar de una nueva manera. Romanos 2:4 nos recuerda que: "Su bondad quiere llevarte al arrepentimiento".
Nehemías pronunció la famosa frase "el gozo del Señor es nuestra fortaleza" en medio del llanto del pueblo. Aferrarse a ese gozo en medio de las pruebas es algo de gran poder. Cuando empezamos a dar gracias a Dios en medio de circunstancias difíciles, Él vendrá y nos llenará de Su paz y gozo, que sobrepasan todo entendimiento. En 2 Corintios 12:9, Dios dijo: "Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad". A lo que Pablo respondió: "Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo". Es en la debilidad que necesitamos que el gozo del Señor sea nuestra fortaleza. Si estás pasando por momentos difíciles, puede ser complicado elevar una oración. Queremos ayudarte. En Glorify puedes encontrar decenas de oraciones guiadas, diseñadas para recordarte las promesas de Dios para tu vida.
Gracias a Cristo, ahora podemos acudir a Dios y pedir por su gozo sobrenatural. El gozo del Señor no es un sentimiento superficial; no va y viene. El gozo del Señor es una satisfacción profunda, es como un río subterráneo que nos nutre constantemente. No se agota. Las emociones y los sentimientos terrenales no son más que una sombra de lo real: un amor y un gozo profundos. Jesús dijo: "el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna." (Juan 4:14). Si bebemos de Él, nunca volveremos a tener sed. Jesús es todo lo que necesitamos.
"El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Salmo 28:7-8
Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.
El Señor es la fortaleza de su pueblo, y un baluarte de salvación para su ungido."
Cuando recordamos todas las cosas que Dios ha hecho por nosotros, nuestro corazón se llena de gozo. "Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo." Romanos 15:13 Este versículo me ayudó mucho cuando mi hija fue diagnosticada con una condición crónica a los dos años de edad. Esperanza y alegría eran las cosas que menos sentía y sin embargo, mientras mi esposo y yo orábamos este versículo sobre nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos, encontramos nueva esperanza e incluso alegría.
Señor, en los tiempos difíciles y en los buenos, dame gozo. Que el gozo del Señor sea mi fortaleza, hoy y todos los días. Amén.