Leer versículos de alabanza y adoración en las Escrituras puede impulsarnos a alabar a Dios cuando nos sentimos desanimados. A veces, puede ser una lucha motivarnos a adorar a Dios, aunque sepamos que eso es lo que realmente necesitamos hacer. Sin embargo, cuando nos sentimos así, podemos recurrir a la Biblia y encontrar las oraciones y los clamores de todos los que nos han precedido. Declarar la Biblia sobre nosotros, puede realmente impactar nuestra adoración. Puede ayudarnos a ver nuestra situación actual desde una nueva perspectiva. Echemos un vistazo a algunas estrategias de David para alabar a Dios con las Escrituras, y luego sigue leyendo para conocer cinco versículos poderosos de alabanza y adoración.
El Salmo 103 comienza con David diciendo: "Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre". ¿Te has dado cuenta de que podemos decirle a nuestra alma lo que tiene que hacer? David dice, "Alaba, alma mía, al Señor". Aunque está desanimado, le habla a su alma y se dice a sí mismo que adore al Señor. En Romanos 7:18, Pablo habla de la lucha que sucede dentro de nuestro propio cuerpo: "Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo". A veces tenemos buenas intenciones, pero nos desviamos. Pablo explica que ahora que hemos nacido de nuevo, hemos entrado en un nuevo reino: uno del espíritu, lo que significa que podemos hablar a nuestra alma (nuestras emociones). "¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia" (Sal. 42:5-6). Que tu boca hable palabras de verdad a tu alma.
En el Salmo 103, donde David está abatido, recuerda lo que Dios había hecho antes por él, diciendo, "Dios mío, mi alma está en mí deprimida; por eso me acuerdo de ti". David enumera las cosas que Dios ha hecho por él: él perdona, él sana, él redime y él satisface. (Sal. 103:3-5). Cuanto más recordemos la bondad de Dios para con nosotros, más veremos su fidelidad. Cuanto más recordemos las cosas que él ha hecho por nosotros en el pasado, más confiaremos en él para el futuro, y cuanto más agradecidos estemos, más felices seremos. Recordar es una gran práctica espiritual.
Hay poder espiritual en hablar las cosas en voz alta. Romanos 10:8-9 dice, "La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón… si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo". Este es el poder de la palabra hablada: la salvación. ¿Qué puede haber más grande que eso? Recuerda el poder de hablar la verdad en voz alta. Si tu alma se siente abatida dentro de ti, entonces declara las promesas de Dios en voz alta.
Una forma de defenderse del desánimo es preparar una estrategia. Escribe en una tarjeta tus mayores miedos, preocupaciones o inseguridades. Responde a cada uno con un versículo de la Biblia y anótalo junto a la preocupación. Cada vez que ese temor o preocupación se te venga a la mente, combátelo con la Palabra de Dios. Somos animales de costumbre y, a menudo, me doy cuenta de que las mismas preocupaciones aparecen una y otra vez. En el escritorio donde trabajo, tengo una postal de declaraciones. Las leo de vez en cuando, sintonizando con la voz de Dios y desconectándome del mundo por un rato. El primer elemento de la armadura de Efesios 6 es la Palabra de Dios: "Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo... Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad". Así de importante es la Palabra de Dios. Cuando tenemos esta verdad abrochada alrededor de nuestra cintura, nos dará la fuerza que necesitamos para enfrentar lo que sea que se nos presente.
Que al hablar la verdad sobre tu destino inquebrantable, esta se hunda profundamente en tu alma, anclándote en él, que tus raíces se hundan profundamente en la corriente para que ninguna tormenta pueda sacudirte o disuadirte de tu camino. Que tengas el valor de seguir caminando y de seguir alabándole. Amén. Puedes encontrar devocionales diarios, estudios bíblicos y reflexiones para el día en la Glorify App. Si buscas más formas de incluir la adoración en tu rutina diaria, puedes leer este blog. Fotos por Khaled Ali en Unsplash