En los últimos años se ha producido un fuerte aumento del número de casos diagnosticados de depresión. La pandemia del Covid-19 ha tenido un impacto particularmente significativo en las personas que experimentan sentimientos de depresión y mala salud mental en general. Es realmente alentador ver que hay una conversación creciente en la sociedad en torno a este tema, pero como creyentes tenemos una increíble oportunidad de contribuir con algo de sabiduría divina a esta conversación. La Escritura tiene algunas verdades y promesas poderosas que pueden ayudar a los que están luchando contra la depresión. Por eso, es importante que exploremos y reflexionemos sobre los versículos bíblicos que hablan sobre esto.
Como sociedad, cada vez somos más conscientes de la realidad de la depresión y estamos mejorando a la hora de hablar de ella abiertamente. Tanto las empresas como las iglesias están dando pasos positivos en lo que respecta a la conversación sobre la depresión y a la atención y supervisión que ofrecen a los que atraviesan esta particular batalla. Sin embargo, como creyentes, a menudo no está claro cuál es la mejor manera de manejar la depresión. Este es el caso, ya sea cuando somos afectados por ella personalmente o cuando afecta a alguien que conocemos. Aunque tenemos que reconocer que la experiencia de la depresión de cada persona es única y que no hay respuestas generales que puedan ayudar a todo el mundo, podemos, no obstante, acudir a la Palabra de Dios en busca de sabiduría, orientación y consejo. Muchas personas, incluidos los creyentes, pueden sentirse abrumados por la depresión y a menudo buscan un poco de sabiduría y guía que les ayude a superar estos momentos difíciles. En estas situaciones, la Escritura es un gran punto de partida. La Biblia contiene algunos versículos poderosos para la depresión que pueden ayudarnos a tener una comprensión profunda de quién es Dios y de lo que nos dice sobre la realidad de la depresión. Veamos juntos algunos de ellos:
Deuteronomio 7:9 dice: “Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos”. La depresión a menudo puede hacernos cuestionar a Dios. Cuando nos encontramos con sentimientos de depresión podemos preguntarnos si Dios se ha alejado de nosotros o nos ha dejado a la deriva. Puede ser que sepamos que Dios todavía nos ama, pero podemos empezar a cuestionar su cuidado y su presencia. Capaz empezamos a pensar cosas como: "Si Dios realmente me amara, no me dejaría pasar por un desafío como este". Una de las verdades clave que nos enseña la Biblia es la incesante e implacable fidelidad de Dios. Y tenemos que tener esto en cuenta cuando pensamos en el tema de la depresión. Como leemos en este versículo bíblico para la depresión, Dios es “el Dios fiel”. Dios es y siempre será fiel, en los buenos y en los malos momentos. Eso significa que aunque estemos luchando contra la depresión, Dios sigue estando ahí. Incluso si sentimos que Dios nos ha abandonado, él sigue ahí. Él no se aleja. Él siempre es fiel, y podemos estar seguros de que la depresión no puede y no va a separarnos de él.
Santiago 1:13 dice: “Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie”. Otra tentación que puede surgir en nuestro camino es la de creer que Dios nos está probando a través de la depresión. Podemos pensar que Dios está usando la depresión como un método para refinar nuestra fe o probar nuestra resistencia. Pero, como leemos en este versículo bíblico de Santiago, ¡Dios no tienta a nadie con el mal! Él es un Dios bueno y desea cosas buenas para su creación. Dios no nos tienta ni nos pone a prueba con la depresión. Los desafíos con nuestra salud mental no son una prueba de Dios. El sufrimiento, el pecado y la enfermedad son parte de nuestra vida terrenal y estas cosas son simplemente el resultado de vivir en un mundo caído. Podemos estar seguros de que el plan de Dios es que vivamos una vida sana: física, mental, emocional y espiritualmente.
Apocalipsis 21:4 dice: “Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir”. En este versículo bíblico para la depresión vemos una imagen de cómo será nuestra eternidad. ¡Qué imagen tan asombrosa! Viviremos para siempre en un reino donde no habrá más dolor, ni llanto, ni lágrimas. No habrá más depresión, ni ansiedad, ni ninguna otra enfermedad mental. Aunque nuestras batallas terrenales pueden ser desafiantes y a veces abrumadoras, debemos recordar siempre que Dios tiene la última palabra. Debemos aferrarnos a esta promesa de que Dios hará nuevas todas las cosas. Tu futuro no está definido por tu batalla contra la depresión. De hecho, tu futuro será un día ser completamente libre de cualquier sentimiento de tristeza, preocupación y ansiedad. Dios promete que la depresión no tendrá la última palabra. Más bien, Dios mismo tendrá la última palabra, y te atraerá firmemente a su presencia por toda la eternidad. Él promete que un día serás libre de todas las batallas que actualmente enfrentas.
Anímate hoy al saber que Dios está contigo en cada batalla que enfrentes, incluyendo la batalla de la depresión. La Biblia no nos da una solución rápida ni una respuesta fácil que elimine la batalla misma. Pero la Escritura sí nos promete una eternidad con Dios, y nos anima a mantener nuestros ojos fijos en Jesús, recordando siempre que él tiene el control. La Biblia nos reconforta en todas nuestras batallas y en todos los desafíos que se nos presentan. A través de la Escritura podemos estar seguros de que la depresión no nos separa de Dios, no es parte del plan de Dios, y no tendrá la última palabra. Dios es soberano, tiene el control, y promete vencer la depresión para siempre y por toda la eternidad. En Glorify, puedes encontrar meditaciones, reflexiones y oraciones que han sido diseñadas para ayudarte a navegar el tema de la depresión. Foto por Joel Holland en Unsplash Foto por mohammad alizade en Unsplash
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