Con la llegada de noviembre, puede ser demasiado fácil dejarse llevar por el estrés de Acción de Gracias. Es un acontecimiento tan importante y cercano a nuestros corazones. En consecuencia, hay muchas expectativas puestas en él. Entonces, ¿cómo podemos vitar el estrés de Acción de Gracias?
Antes de iniciar con tu planeación, a hacer listas de compra o empezar a enviar mensajes a los invitados con horarios y detalles, haz una pausa y céntrate en lo que cuenta. De hecho, esta sencilla acción es quizá la más importante para conseguir un día de Acción de Gracias sin estrés. Durante tu pausa, preguntate, ¿Cuáles son las tres cosas más significativas para mí este día de Acción de Gracias? En consecuencia, las respuestas que des influirán en la forma de planificar tu día. Centrarte en las pocas cosas que realmente te importan para Acción de Gracias puede ayudarte a eliminar el estrés de la celebración.
Acción de Gracias es un momento para organizarse. Aquí tienes unos cuantos puntos a tener en cuenta mientras te acercas al gran día: Finaliza los números: confirma a todos tus invitados para finalizar los números. Hablar con ellos ahora puede evitar cambios estresantes de última hora. Planifica el menú y escribe una lista de compras: planifica el menú y luego escribe una lista de la compra que cubra todas las eventualidades. Tener tentempiés extra aliviará la presión si la comida tarda más de lo previsto. Ve al supermercado con anticipación o agenda una compra por Internet: Asegúrate de tener todo lo necesario para tu cena un día anterior o reserva en tu agenda el tiempo necesario para ir a la tienda.
Haz esta oración al iniciar tu día de Acción de Gracias. Jesús, Gracias por la bendición de tener amigos, familia y comida para celebrar este día.Ayúdame a estar presente con las personas que están en mi mesa.Ayúdame a hacer que la gente se sienta bienvenida y como en casa.Te pido que crees una atmósfera de alegría y gratitud mientras nos sentamos y comemos juntos.Mientras comemos, compartimos y hablamos, haz que sintamos tu presencia y tu bondad.Amén.
Como cristianos, celebrar Acción de Gracias nos brinda una magnífica oportunidad para practicar la gratitud. El Salmo 69:30 dice: "Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré." En Colosenses 3, Pablo nos recuerda que debemos tener gratitud en el corazón. A lo largo de los Salmos, David da gracias una y otra vez a Dios. Un ejemplo está en el Salmo 9, donde David canta dando gracias a Dios de todo corazón y relatando Sus maravillosas acciones. Así pues, aunque el Día de Acción de Gracias está arraigado en la historia de Estados Unidos, también podemos convertirlo en una celebración que arraigue en nuestra fe.
Coloca un gran tarro de cristal en el centro de tu mesa. Después, coloca un lápiz y unas tiras de papel en cada cubierto y anima a tus invitados a que escriban las cosas por las que están agradecidos y las añadan al tarro. De hecho, sigue haciéndolo hasta el final de la comida o hasta que el tarro esté lleno, y dedica un momento para apreciar el gran número de bendiciones mientras las leen juntos al final de la noche.
Prepara tres preguntas de gratitud y hazlas conforme avance su cena. Por ejemplo, "nombra a cinco personas por las que estés agradecido" o "¿qué cosa te alegra haber experimentado este año?". Estas preguntas ayudarán a tus invitados a encontrar cada vez más cosas por las que están agradecidos. Al fin y al cabo, la alegría de centrarse en todas las formas en que Dios ha sido bueno con ellos les llenará. La combinación de organizarte y orientar tu corazón hacia la gratitud puede hacer que tengas un Día de Acción de Gracias, lleno de alegría en lugar de estrés.