¿Qué significa Pentecostés? ¿Qué sucedió realmente en ese día? Sigue leyendo para saber qué ocurrió y algunos versículos bíblicos sobre Pentecostés. Pentecostés en realidad significa 50 en griego y se celebra el 50º día (el séptimo domingo) después de la Pascua. Esto significa que la fecha cambia, ya que la fecha de la Pascua puede variar hasta un mes. Pentecostés conmemora el momento en que el Espíritu Santo vino sobre los discípulos y otros que estaban con ellos en Jerusalén celebrando la Fiesta de las Semanas. (La Fiesta de las Semanas es una festividad judía que marca la cosecha del trigo y también simboliza la entrega de la Torá a los israelitas).
Podemos encontrar información sobre Pentecostés en el libro de los Hechos. Jesús resucitó de entre los muertos y luego pasó un tiempo en la tierra con sus seguidores. Después, ascendió al cielo para estar con el Padre, pero en sus últimos días dijo a sus seguidores: "No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Hechos 1:4-5
Esto se hace eco de las imágenes de la época en que Nicodemo habló con Jesús en Juan 3:3-20. "—De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús. —¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? —Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu". Jesús dijo a sus discípulos que esperaran, diciendo que recibirían un don, este nuevo e inédito don: el Espíritu Santo. “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Hechos 1:8 Estos discípulos estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por Jesús, pero aun así, él les pidió que esperaran la llenura de Dios, el Consolador que Jesús dijo que enviaría.
Leemos en Juan: “Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes”. Juan 14:16-17 [caption id="attachment_7608" align="aligncenter" width="800"]
Foto por Oliver Hihn en Unsplash.[/caption]
Así que el día de Pentecostés, sabemos que los discípulos estaban "todos juntos en un mismo lugar" (Hechos 1:2). “De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse". Hechos 2:2-4 La presencia de Dios viene como un viento violento. Me encanta la descripción del Espíritu Santo aquí: el viento violento no es pasivo; es activo y poderoso y cambia todo lo que encuentra. Como leímos antes en nuestro pasaje de Juan: "lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu". Juan 3:8 La palabra griega para "espíritu" es la misma que la palabra para "viento", lo que une firmemente las dos imágenes.
Jesús no solo vino a cumplir la ley, sino a añadirle el aliento de vida. Les dijo a los discípulos que lo esperaran y entonces el Espíritu Santo vino a fortificarlos y fortalecerlos. El Espíritu Santo les permitió hablar en otras lenguas, para que todos en la multitud pudieran entender las buenas noticias (Hechos 2: 5-12). Pedro se levanta y explica a la multitud la profecía de Joel que dice: “Sucederá que en los últimos días —dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán. Arriba en el cielo y abajo en la tierra mostraré prodigios: sangre, fuego y nubes de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que llegue el día del Señor, día grande y esplendoroso. Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo”. Hechos 2:17-21
Estos versículos bíblicos sobre Pentecostés muestran que es el comienzo de un nuevo capítulo. El comienzo de los últimos días, cuando la iglesia nace y los creyentes aprenden a vivir en la tierra con el poder del Espíritu Santo. Esto supuso un gran cambio con respecto al judaísmo, donde la gente tenía que pasar por los sacerdotes para acceder a Dios. Por el contrario, leemos, “derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano” (Hechos 2:17). Pedro explicó que la salvación estaba ahora disponible para todos, para todo el mundo. "—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo. En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar”. Hechos 2:38-39
De estas escrituras aprendemos que no podemos hacerlo solos. Jesús nos envió un Ayudador, como dijo que lo haría, y el Espíritu Santo trae muchos dones para capacitarnos. Jesús no nos dejó huérfanos (Juan 14:18), sino que nos dio el Espíritu Santo para que caminara a nuestro lado, para consolarnos y ayudarnos. Sigue leyendo algunos versículos bíblicos sobre Pentecostés que describen el carácter del Espíritu Santo.
"Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras". Romanos 8:26
“Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa”. Gálatas 5:16
“A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina”. 1 Corintios 12:8-11
Y finalmente, Juan 14:26 (disponible en inglés) en la Biblia Amplificada resume lo que él hace por nosotros en esto: “Pero el Ayudador (Consolador, Abogado, Intercesor-Consejero, Fortalecedor, Apoyo), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre [en mi lugar, para representarme y actuar en mi nombre], él les enseñará todas las cosas. Y les ayudará a recordar todo lo que les he dicho”. Vaya. Qué ayudador tan asombroso, está aquí con nosotros, día tras día, fortaleciéndonos, animándonos y acompañándonos en nuestro camino aquí en la tierra. Esperamos que estos versículos bíblicos sobre Pentecostés te hayan resultado útiles y que te inspiren a apoyarte en él y a tomar fuerzas de él, cada día. Recuerda que en la app Glorify, puedes encontrar lecturas bíblicas diarias, devocionales y reflexiones. También hay pensamientos para el día, oraciones, declaraciones y un amplio contenido de audio con el que podrás aprender más del Pentecostés.
