¿Quién dice Dios que soy en la Biblia?

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¿Quién dice Dios que soy? Esta es una de las preguntas más importantes que debemos hacernos. 

Todos estamos en el centro de una batalla feroz. Una batalla por nuestro corazón, nuestra mente y nuestra identidad. Al enemigo le encantaría que nos definiéramos por este mundo, por nuestro pecado y por nuestra vergüenza. Pero Dios ofrece algo más. Dios nos invita a ser nuevos, a olvidar nuestro pecado y nuestra vergüenza y a convertirnos en una nueva creación. 

Plantearse la pregunta “¿quién dice Dios que soy?” puede ser el comienzo de un increíble camino para descubrir quién has sido creado para ser. Y, también, aprender a apoyarnos en el proceso transformador de purificación en el que Jesús nos lleva a todos para parecernos más a él. 

¿Qué dice la Biblia sobre nuestra identidad?

Comienza tu camino para descubrir quién dice Dios que eres leyendo la Biblia. Hay cientos de declaraciones poderosas sobre nosotros y nuestra identidad que se encuentran en la Escritura. 

Aquí tienes algunas de ellas para empezar:

¿Quién dice Dios que soy? Dice que eres su hijo

“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él”. 1 Juan 3:1

Eres hijo de Dios. Esta verdad es tan increíble que podríamos tratar de descifrarla durante el resto de nuestra vida. Todo lo que se refiere a quiénes somos tiene que estar arraigado en esto, uno de los fundamentos de nuestra fe: somos sus hijos. 

No importa cómo sea tu familia, o cómo te hayan criado, todos somos iguales en el reino de Dios, todos somos sus hijos e hijas. 

Dice que eres su colaborador y colega 

“En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios”. 1 Corintios 3:9

No dejes que ninguna experiencia desagradable de ser colega de alguien afecte la forma en que puedes pensar en nuestra relación con Dios como sus colaboradores. Cuando Pablo escribe a la iglesia de Corinto, describiéndonos como colaboradores al servicio de Dios, está elevando nuestras expectativas. Nos está recordando que podemos contribuir, de manera significativa, a la construcción del reino de Dios. 

Dios tiene un rol creado solo para ti. Tiene trabajo para que tú hagas que es vital para que sus planes para su pueblo, y para el planeta, lleguen a buen puerto. 

Dice que eres santo 

“En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él…” Colosenses 1:21-23

Una vez que comprendas el impacto total de este versículo de Colosenses, tienes el poder de cambiar todo lo relacionado con tu identidad. Esta cita de la Escritura es también un arma increíble en los días difíciles, cuando tu mente es un campo de batalla. 

El enemigo quiere definirte por tu pecado y tu vergüenza. Pero, Jesucristo pagó el precio de todo nuestro pecado y vergüenza cuando murió por nosotros en la cruz. A eso se refiere Pablo cuando dice en 1 Corintios que fuimos comprados por un precio. Ya no somos nuestros, pertenecemos a Dios. Dios nos ha hecho irreprochables; no permitas que tus errores o quebrantos te definan cuando solo Dios puede hacerlo. 

Hay dos aspectos de la pregunta “¿quién dice Dios que soy?” El primero, a nivel macro, ¿cómo está formada mi identidad y el propósito de mi vida por mi fe? Y, en segundo lugar, a nivel micro, ¿cómo mi fe determina quién soy y mi personalidad? Vamos a responder a ambas cosas en detalle. 

En primer lugar, ¿cómo lo que Dios dice que eres cambia tu identidad? 

¿Cómo afecta a tu identidad el ser creyente?

Marcar “creyente” en el próximo formulario que rellenes significa mucho más que creer en el cielo o implicar que vas a la iglesia los domingos. Esto es lo que dice Pablo al respecto en 2 Corintios 5:17

“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” 

Cristo te ha hecho nuevo. Somos nuevas creaciones. Esto podría estudiarse durante horas pero, en resumen, lo que Pablo está explicando aquí es que así como Jesús murió, nosotros también. Nuestro “viejo hombre”, que estaba lleno de pecado, murió con Jesús. Y nuestro “hombre nuevo”, que ha sido hecho santo y sin culpa por el sacrificio de Jesús en la cruz, vive hoy. 

Es algo complicado y aparentemente contradictorio tratar de entender que ya hemos sido hechos perfectos en Jesús y sin embargo seguimos viviendo en un mundo roto. Pero es cierto, somos capaces de vivir como nuevas creaciones en Cristo. 

Así que, la verdad general que te define es que Dios te ha hecho nuevo. Por medio de Cristo eres una nueva creación. 

¿Cómo amar a Dios define quién eres?

Dios se preocupa por cada parte de ti. Él te conoció y te tejió en el vientre de tu madre.

“Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre”. Salmo 139:13

Dios ha ordenado cada uno de tus días. Él creó tu “ser íntimo”. Hay un propósito para ti y Dios ha creado una personalidad solo para ti.

No tienes que separar tu fe de tu personalidad. A medida que buscas a Dios, él te irá moldeando, transformándote y refinándote mientras caminas con él. 

No hay mejor persona para responder a la pregunta “¿quién dice Dios que soy?” que Dios mismo. 

¿Por qué no empiezas a preguntarle a él quién te ha hecho para ser?

Puede que te responda recordándote una palabra: ¿hay algún personaje en la Biblia del que quiera que aprendas? O puede que te hable a través de las afirmaciones de un amigo. Puede que oigas su voz como un pensamiento en tu cabeza o un empujón en tu espíritu. 

Recuerda que hay una batalla por tu identidad, pero Jesús ya ha vencido todo. Eres libre, a través de su sacrificio en la cruz, para vivir con libertad como un hijo amado de Dios. Hoy, mañana y por la eternidad. 

Foto por Vlad Bagacian en Unsplash

Foto por Karl Paul Baldacchino en Unsplash

 

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