Los dones del Espíritu Santo suelen ser una de las partes más incomprendidas del cristianismo. La verdad es que hay un propósito muy simple detrás de ellos. Y también hay una razón muy simple por la cual la Biblia no tiene una lista definitiva y exhaustiva de dones. Los dones espirituales nos fueron dados para edificarnos mutuamente, para ayudarnos mutuamente y para contribuir a establecer la iglesia en todo el mundo.
La Biblia menciona los dones del Espíritu Santo en cuatro libros: Romanos, Efesios, Isaías y Corintios. Tener cuatro listas diferentes de los dones del Espíritu en la Biblia, demuestra lo diversos que son. Cada lista tiene sus propios matices, lo que sugiere que la multitud de dones será experimentada de manera diferente, y en diferentes grados, por los cristianos. Algunos de los dones del Espíritu Santo incluyen:
En Efesios 4, Pablo dice:
"Él mismo constituyó a unos como apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros,a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo."
De este pasaje se deduce que es el Espíritu Santo el que se encarga de darnos esos dones según su voluntad.
Quizá el concepto de los dones del Espíritu Santo te parezca extraño al principio, pero los dones, son completamente normales y relevantes hoy en día. Por ejemplo, ¿conoces a alguien que sea extraordinariamente generoso? Probablemente, es porque tiene el don de la generosidad. ¿Tu pastor o algún líder en tu iglesia, es realmente bueno para explicar complejas verdades bíblicas de forma sencilla? Tal vez estén operando bajo el don espiritual de la enseñanza. Muchas de las maneras en que nos animamos y amamos unos a otros dentro de la iglesia, son posibles gracias a los dones del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es una mera fuerza o influencia, sino una persona, que nos capacita para vivir una vida cristiana victoriosa. Una de las maneras en que el Espíritu Santo nos da poder es a través de los dones espirituales. Los dones espirituales son parte de cómo revelamos y comunicamos el increíble amor de Dios por las personas.
Como cristianos, creemos en el Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, que viene a habitar en nosotros al aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Cuando el Espíritu Santo reside en nosotros, nos da uno o varios dones espirituales al momento de la conversión. ¡Puedes recurrir a tu don espiritual todo el tiempo sin siquiera darte cuenta! En Efesios 4:7 Pablo escribe:
"Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones."
Y en Efesios 1:13 encontramos la explicación de Pablo sobre el momento en que somos llenos del Espíritu Santo:
"En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido."
Todo lo que necesitas para tener un don espiritual, es aceptar a Jesús como tu salvador, reconocer la verdad de Dios como tu creador y entregar tu vida a Cristo. Desde el momento en que dices sí a Dios, el Espíritu Santo te capacita con dones espirituales. Tenemos en nosotros todo lo necesario para vivir como Jesús. Se nos han dado los dones del Espíritu Santo para equiparnos para vencer la oscuridad en este mundo, estableciendo y demostrando la gran derrota de Jesús sobre la muerte, y llevar la luz a cada rincón de esta tierra. Los dones del Espíritu Santo no tienen que ver con el poder o la construcción de una plataforma. Se trata de mostrar a la gente quién es Dios. Para seguir meditando en los dones del Espíritu Santo, descarga Glorify app, en donde encontrarás cientos de recursos bíblicos.