Es posible que hayas oído a la gente utilizar la palabra “Pentecostés” y te hayas preguntado: ¿qué es? Es algo que yo me pregunté durante años. Oía hablar de ello, pero nunca entendía su significado, sus orígenes o sus implicaciones. Así que vamos a analizar juntos el Pentecostés, empezando por el relato del libro de los Hechos.
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
Puedes seguir leyendo en este capítulo (Hechos 2) para saber más sobre el impacto que tuvo el Espíritu Santo en la multitud aquel día y cómo este acontecimiento influyó en la formación de la iglesia primitiva.
La historia de Pentecostés en el Antiguo Testamento
Este acontecimiento de los Hechos es lo que la mayoría de nosotros asocia con Pentecostés, pero este no es el origen. Para ello, tenemos que adentrarnos en el Antiguo Testamento en Éxodo, Levítico y Deuteronomio.
“Tres veces al año harás fiesta en mi honor.
La fiesta de los Panes sin levadura la celebrarás en el mes de aviv, que es la fecha establecida. Fue en ese mes cuando ustedes salieron de Egipto. De acuerdo con mis instrucciones, siete días comerán pan sin levadura.
Nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
La fiesta de la cosecha la celebrarás cuando recojas las primicias de tus siembras.
La fiesta de recolección de fin de año la celebrarás cuando recojas tus cosechas.
Tres veces al año todo varón se presentará ante mí, su Señor y Dios…
Llevarás a la casa del Señor tu Dios lo mejor de tus primicias”.
En estos pasajes del Antiguo Testamento encontramos los orígenes históricos y bíblicos de lo que hoy llamamos Pentecostés. Es el nombre griego de la Fiesta de las Semanas. Era una fiesta importante en el calendario judío que celebraba que Dios les había dado los Diez Mandamientos 50 días después del Éxodo de Egipto. Dios ordenó a su pueblo observar la Fiesta de las Semanas, que duraba siete semanas (49 días) más un día después de la Pascua. También se conocía como la Fiesta de la Cosecha. Era el momento en que los judíos presentaban ofrendas de los primeros frutos de sus cosechas de primavera.
A todos los hombres judíos adultos se les requería por la ley judía viajar a Jerusalén desde donde vivieran para asistir a la celebración. Por eso, en el relato de Hechos 2 encontramos una gran multitud de personas.
El significado de Pentecostés en el Nuevo Testamento
Según los capítulos 1-2 de los Hechos, unos 120 seguidores de Jesús se reunieron en oración en un aposento alto de Jerusalén, tras haber visto recientemente a Jesús partir y regresar a su Padre en el cielo. El Espíritu Santo descendió sobre los creyentes en forma de llamas de fuego y viento violento mientras estaban reunidos. ¿Por qué esas demostraciones de poder? Porque el Espíritu estaba capacitando a la iglesia para llevar a cabo la misión que Jesús les había encomendado.
“No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre” —les contestó Jesús—. “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.
Jesús sabía que sus discípulos solo podrían completar esta misión con la ayuda y el poder del Espíritu Santo. Por eso les dijo que se quedaran en Jerusalén hasta que se les diera el Espíritu. El Espíritu ahora les daría poder a los seguidores de Jesús para el ministerio, así como el Espíritu le había dado poder a Jesús para el ministerio.
En Pentecostés, la iglesia no solo recibió poder, sino que también se expandió a todas las naciones y grupos de personas. La obra de Dios en el Antiguo Testamento se enfocaba principalmente en un grupo étnico: el pueblo de Israel. Sin embargo, en la fiesta de Pentecostés, Dios extendió su reino a todas las naciones. El Espíritu Santo lo demostró capacitando a los creyentes para hablar en lenguas extranjeras que nunca antes habían escuchado. Esto les permitía compartir el evangelio con personas de “toda nación bajo el cielo”. El Espíritu estaba siendo derramado sobre todos.
Pentecostés en la iglesia hoy en día
Debido a que Pentecostés fue un acontecimiento tan importante y que cambió la historia, muchos creyentes lo conmemoran hasta el día de hoy, especialmente los que siguen un calendario eclesiástico, como los luteranos, episcopales, metodistas, ortodoxos, católicos romanos y otros. La práctica de celebrar Pentecostés parece haberse originado en la iglesia primitiva, cuando se aprovechaba todo el periodo que va de Pascua hasta Pentecostés para preparar y luego bautizar a los nuevos creyentes.
En la actualidad, las iglesias celebran el domingo de Pentecostés de diversas maneras. Debido a las vestimentas blancas que muchas veces llevan los bautizados, Pentecostés también ha sido apodado “Domingo Blanco”.
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