¿En qué piensas cuando escuchas la frase "bienestar espiritual"? Yo pienso en Jesús y en la forma en que vino a la tierra para “anunciar buenas nuevas a los pobres… a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor” (Lucas 4:18-19). Pienso en la forma en que él miraba a las personas y tenía compasión por ellas. No solo veía sus problemas físicos o sociales, sino la causa de raíz. Miraba dentro de sus almas y les daba libertad.
La palabra griega "Sozo" se utiliza más de 100 veces en la Biblia y se ha traducido como salvo, sano o liberado. Cuando la mujer con el flujo de sangre escuchó sobre Jesús, "se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. Pensaba: “Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana (sozo)". Marcos 5:27-2 Cuando Jesús se encontró con la mujer en el pozo, no la condenó. Por el contrario, la respetó tomándose tiempo para hablar con ella, y le mostró el camino de la salvación, explicándole que él era el Mesías que ella había estado esperando. La envió de vuelta a la sociedad, para que diera testimonio de él. Jesús la restauró emocional, espiritual y socialmente.
A veces puede parecer que hay una fisura en nuestra vida, una desconexión. Esto puede desencadenarse cuando sentimos que somos una persona diferente el domingo que el resto de la semana; al sentir que nuestros compañeros de trabajo nos ven diferente que nuestros amigos de la iglesia; que nuestra familia siempre ve lo peor de nosotros. Yo he sentido esto a menudo y cuando hay presión, en una situación que ya se está agrietando, las fisuras comienzan a mostrarse y las grietas pueden abrirse aún más, causando potencialmente un volcán. El bienestar espiritual consiste en vivir la vida que has sido llamado a vivir, en el lugar en el que te encuentras, sin contradicciones. Se trata de equilibrio y de sostener todo en una palma abierta. Se trata de ser fiel a ti mismo y vivir tu vocación con todo lo que eres, estés donde estés. Como se traduce en el Mensaje, Jesús dijo: "Te mostraré cómo tomar un verdadero descanso. Camina conmigo y trabaja conmigo: observa cómo lo hago. Aprende los ritmos no forzados de la gracia. No te impondré nada pesado ni mal ajustado. Acompáñame y aprenderás a vivir con libertad y ligereza". Matthew 11:28-30 (MSG - disponible en inglés)
Mira el ejemplo de Jesús. Recuerda que fue enviado desde el cielo para enseñarnos cómo vivir, aquí en esta tierra. Hay ejemplos en los que parece grosero e indiferente: ¿recuerdas la vez que no fue a ver a Lázaro y luego llegó demasiado tarde, después de que Lázaro había muerto? ¿Recuerdas aquella vez que se enfureció en el templo y volteó las mesas? Pero Jesús fue fiel a sí mismo y a su vocación en todo momento. Ser creyente no consiste en ser cortés, ¿de quién es esa idea? Se trata de defender a los débiles y a los huérfanos, se trata de una ira justa y se trata de permanecer en el camino al que estás llamado, sin importar lo que piensen los que te rodean.
En los evangelios, el ejemplo más evidente de enfermedad espiritual es el de los fariseos. Los fariseos eran conocidos por ser puntillosos, por sus juegos de palabras y por su comportamiento pedante, mientras que lo que Jesús quería era amor. Era sencillo. ¿Recuerdas a los que se quejaban de la extravagancia de María, que se gastaba el sueldo de un mes en el perfume que utilizó para ungir los pies de Jesús? "En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón llamado el Leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los presentes comentaban indignados: —¿Para qué este desperdicio de perfume? Podía haberse vendido por muchísimo dinero para darlo a los pobres”. Marcos 14:3-5 Jesús contó una parábola sobre dos hombres que fueron a orar al templo: “El fariseo se puso a orar consigo mismo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres —ladrones, malhechores, adúlteros— ni mucho menos como ese recaudador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que recibo”. En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” “Les digo que este, y no aquel, volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”, Lucas 18:10-14 Jesús aborrecía la forma en que los fariseos eran tan hipócritas, diciendo una cosa y haciendo otra. En Mateo 23 Jesús dice: "Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas". Jesús los llamó "sepulcros blanqueados" y "guías ciegos". Muertos por dentro y tratando de guiar sin ver.
Jesús vino a acabar con esta forma de vivir. El mensaje que vino a traer es que lo que cuenta es lo que está dentro. Habla de la importancia de lo que no se ve - como un árbol, no podemos producir buenos frutos si nuestro corazón es malo, y no podemos producir malos frutos si nuestro corazón es bueno: “Porque de lo que abunda en el corazón habla la boca”. Lucas 6:45 Jesús dice que cuando la gente escucha sus palabras y las pone en práctica, "Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida. Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible”. Lucas 6:46-49 De pies a cabeza, Jesús quiere que seamos honestos hasta la médula, auténticos y en paz con nosotros mismos.
Piensa en tu vida espiritual, tu vocación, tu vida familiar y tu vida laboral. ¿Sientes que las cosas están desequilibradas? ¿Hay algo que domina? ¿Hay algún aspecto en el que te gustaría sentirte más en paz? Las señales de advertencia de que hay un problema pueden ser la aparición de un brote a la menor provocación o el llanto sin motivo. ¿Te sientes más estresado o ansioso de lo habitual? ¿Recurres a cosas externas para calmarte (una copa de vino, un atracón de Netflix, una barra de chocolate entera)? Una gran idea para un chequeo de bienestar espiritual es hacer tu propia rueda de bienestar (disponible en inglés). Sigue el enlace a un tutorial que te guía por este sencillo proceso. Se trata de un dispositivo pictórico que se utiliza para representar cómo te sientes en diferentes áreas de tu vida. Destaca las áreas que están desequilibradas. Una vez que hayas hecho tu rueda del bienestar, anota algunos pasos prácticos para intentar restablecer el equilibrio.
Vivir con nuestra fe integrada en nuestra vida no significa que tengamos que estar evangelizando en todo momento. Todos hemos escuchado el dicho "las acciones hablan más que las palabras", y es muy cierto. No tenemos que estar escupiendo el evangelio todo el tiempo para tener integridad en la forma en que vivimos. Más bien, la gente recordará cómo los tratamos, cómo les hablamos y cómo los hacemos sentir.
Así que camina al ritmo del Espíritu, cuidando de todo tu ser, cuerpo, mente y espíritu. Sé fiel a tu vocación y a tu fe. Al igual que Jesús dijo que de un árbol bueno no pueden salir frutos malos, hay frutos del bienestar espiritual sobre los cuales leemos en Gálatas 5: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. ¿Ves estos frutos en tu propia vida? Si es así, da gracias a Dios. Si hay algunas áreas que se sienten desequilibradas para ti hoy, entonces vuelve al Padre. Sé amable contigo mismo, tómate un tiempo y permítete encontrar ese bienestar espiritual de nuevo. Asegúrate de chequear nuestros otros blogs sobre bienestar aquí.