Desde la pandemia, la pregunta "¿qué es el bienestar?" se ha planteado mucho. Por lo general, el bienestar se asocia al estado físico, la nutrición, el ejercicio y el control del peso, pero es mucho más que eso. El bienestar es un estado de completa salud física, mental y espiritual. Es tener el cuerpo, la mente y el espíritu nutridos. El bienestar se define como "un estilo de vida y un enfoque personalizado para vivir la vida de manera que te permita convertirte en el mejor tipo de persona que tu potencial y tus circunstancias te permitan". El bienestar es un proceso proactivo de tomar conciencia y elegir opciones saludables. Es decir, es un proceso dinámico de cambio y crecimiento. Un estado de salud y felicidad; un estado de satisfacción. Varios estudios demuestran que la depresión es el problema de salud más común del mundo. La depresión puede provocar insomnio, estrés, mala alimentación, inactividad, obesidad y enfermedades cardíacas. Por el contrario, la calidad de vida se basa en el bienestar; en última instancia, determina cómo nos vemos, nos sentimos, nos relacionamos y tenemos éxito en la vida y el trabajo. El bienestar es el crecimiento consciente de la persona completa. Encontrar las herramientas adecuadas para tu crecimiento y desarrollo personal es el primer paso en su camino hacia el bienestar. Hay muchas maneras de cultivar una trayectoria dinámica de bienestar, así como hay variedad en todos los aspectos de la vida. Todos los conceptos de bienestar deberían incluir algunas de las siguientes ideas:
Para el bienestar, debemos entender que somos personas completas. Cada área de nuestra vida está interconectada. El objetivo es ser consciente de quién eres como persona completa y comprender lo que necesitas para prosperar.
La vida no siempre es sencilla y directa. Hay momentos y temporadas de la vida como nos recuerda Eclesiastés. Tenemos que reconocerlo y, al mismo tiempo, aprovechar la oportunidad de invertir en cada área de nuestra vida. Esto también significa no descuidar una parte de nuestra vida porque sea difícil. Del mismo modo, enfocarse solo en un área puede conducir a un pobre desarrollo personal.
Las personas sanas aceptan la responsabilidad de su propia salud y felicidad y no dejan que otros controlen las decisiones que deben tomar por sí mismos. Por lo tanto, para tener responsabilidad personal necesitamos tener conciencia de nosotros mismos. Esto incluye comprender las causas y las consecuencias de nuestros actos.
Una vida sana requiere perspectivas y valores positivos. También se necesita tener un propósito y un plan de acción deliberado y consciente. Estos son nuestros puntos de partida y funcionan. Pero solo proporcionan un marco. Tú decides lo que entra en ese marco.
Los componentes del bienestar son múltiples. Aquí tienes algunos para que pienses.
La pandemia ha puesto de manifiesto cómo nuestro cuerpo carga con el estrés traumático y general. Los síntomas del estrés traumático de adaptación o del estrés continuo por COVID-19 incluyen fatiga, dificultad para dormir, dolores de cabeza por tensión y dolores corporales. Además, como todos somos únicos, podemos tener sensaciones corporales diferentes a las de los demás. Aquí tienes algunas ideas para el bienestar físico:
Los conocimientos intelectuales se adquieren mediante actividades creativas y mentalmente estimulantes, el aprendizaje y el desarrollo de habilidades. Por el contrario, no estar estimulado intelectualmente puede afectar a la producción cerebral de las sustancias químicas que nos hacen felices y nos dan ganas de aprender. Aquí tienes algunas ideas para el bienestar intelectual:
El bienestar emocional, que también se conoce como salud emocional, es la capacidad de una persona para manejar sus emociones y las experiencias que se le presentan. El Centro Nacional para el Bienestar Emocional (disponible en inglés) define el bienestar emocional como "la conciencia, la comprensión y la aceptación de nuestros sentimientos, y nuestra capacidad de gestionar eficazmente los desafíos y los cambios". Aquí tienes algunas ideas para el bienestar emocional:
El compromiso social es una parte esencial del autocuidado para algunos de nosotros y la necesidad de distanciamiento social fue un desafío. Los seres humanos buscan conexión, sintonía y validación en las relaciones. Sin embargo, nuestros sistemas de apego humanos luchan cuando sentimos menos intimidad, lo cual demanda más esfuerzo y se incrementan los sentimientos de desconexión y aislamiento. Aquí tienes algunas ideas para el bienestar social:
Durante la pandemia, muchas comunidades espirituales y religiosas empezaron a ofrecer reuniones virtuales incluyendo predicación, oración, meditación y visitas al hospital. Sin embargo, los fieles lamentaron la pérdida del espacio sagrado, las prácticas comunitarias y las reuniones de la iglesia. Aquí tienes algunas ideas para el bienestar espiritual:
Una gran herramienta para meditar en la Palabra de Dios, es la app Glorify. Glorify te permite conectar con Dios a través de rutinas de devocionales diarios y contenidos seleccionados cortos.
El bienestar profesional consiste en buscar la realización y el enriquecimiento personal a través del trabajo. Durante la pandemia, este ámbito del bienestar se redefinió y aceleró considerablemente. Desafortunadamente, el bienestar profesional se ve amenazado por entornos de trabajo poco saludables. La moral y la confianza se ven afectadas si no hay una responsabilidad social colectiva, acción clara y comunicación. Aquí tienes algunas ideas para el bienestar profesional:
El acceso a espacios enriquecedores en nuestro entorno inmediato y exterior tiene un impacto significativo en nuestro bienestar. Los árboles, los espacios verdes y el agua mejoran nuestra sensación de bienestar. Incluso ver fotos de espacios verdes es beneficioso. Estar al aire libre aumenta la absorción de vitamina D y la liberación de endorfinas, que son necesarias para una buena salud mental y física. Aquí tienes otras ideas para el bienestar ambiental:
Foto por Lukasz Szmigiel en Unsplash Foto por Quino Al en Unsplash