La resurrección de Jesús está en el centro de la historia de la Pascua, pero ¿por qué es importante la resurrección para el cristianismo? Lo que hizo Jesús en la cruz lo cambia todo. A continuación veremos por qué es importante la resurrección de Jesucristo y qué significa para nosotros hoy.
Jesús murió para que nuestros pecados fueran perdonados y pudiéramos tener una relación con Dios. En Efesios 2:3-5 dice, “Éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo”. La ira de Dios hacia el pecado ha sido satisfecha y ahora estamos en buena posición con Dios porque Jesús "resucitó para nuestra justificación" como dice en Romanos 4:25. Dios es santo, y su justicia es perfecta. Sabemos por Romanos 3:23-24 que “todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” pero ahora “por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó”. Hay otras señales y maravillas registradas en los Evangelios, pero sin el milagro de su resurrección seguiríamos cautivos del poder del pecado. Pablo lo dice en su primera carta a los Corintios (1 Corintios 15:17), “si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados”. La gran noticia es que Cristo ha resucitado. Por lo tanto, la muerte no es el final y Jesús obtuvo la victoria sobre nuestros pecados. [caption id="attachment_6620" align="alignnone" width="605"]
Imagen: TGC[/caption]
Los creyentes no solo confían que Jesús fue un gran maestro o un líder religioso inspirador. Creen que es el Hijo de Dios. Jesús dijo e hizo muchas cosas que son fundamentales para nuestra fe. Pero si no hubiera resucitado, podríamos cuestionar razonablemente si era el Hijo de Dios, ya que la resurrección fue una de las principales afirmaciones de su ministerio en la tierra. Él predijo su resurrección en múltiples ocasiones, incluso en Lucas 9:22, aunque también aparece en todos los demás Evangelios. También afirmó ser el Hijo de Dios, con un gran coste personal. Uno de los ejemplos más famosos es su afirmación de ser "el camino, la verdad y la vida". En Juan 14:6 Continúa diciendo: "Nadie llega al Padre sino por mí". Esta audaz afirmación, junto con otras, solo puede ser confirmada por su resurrección. C.S. Lewis abordó esta cuestión en su libro Mero cristianismo, diciendo “un hombre que fue meramente un hombre y que dijo las cosas que dijo Jesús no sería un gran maestro moral... O ese hombre era, y es, el Hijo de Dios, o era un loco o algo mucho peor… no salgamos ahora con insensateces paternalistas acerca de que fue un gran maestro moral. Él no nos dejó abierta esa posibilidad”. [caption id="attachment_6614" align="alignnone" width="607"]
Imagen: Chris V[/caption]
Las buenas noticias del Evangelio no terminan con el perdón de los pecados. También tenemos una nueva vida. Juan 3:16 dice “para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Esta es nuestra herencia, que está en Daniel 12:13. Esta nueva vida no es una simple repetición de lo anterior, sino algo más grande. Efesios 1:18-21 la llama nuestra “gloriosa herencia”. Y esta vida eterna comienza ahora. En lugar de comenzar cuando morimos, nuestra victoria es una vida en el espíritu que comienza hoy. Después de todo, como dice Jesús en Mateo 22:32, Dios “no es Dios de muertos, sino de vivos”. Romanos 8:11 dice “el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes". A través del Espíritu de Cristo podemos experimentar la vida en plenitud. La resurrección de Jesús puso en marcha la nueva creación. Pablo dice en Romanos 8:22 que “toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto". Experimentamos esta tensión en nuestra vida cotidiana. La vida está llena de belleza y dolor. Dios nos da tantas bendiciones y, sin embargo, seguimos experimentando el sufrimiento. La obra no está terminada, pero sabemos que el reino está llegando porque tenemos las "primicias del espíritu" viviendo en nosotros e impactando el mundo que nos rodea. [caption id="attachment_6617" align="alignnone" width="600"]
Imagen: Sergey Shmidt[/caption]
Sabemos por el testimonio de los apóstoles que la resurrección de Jesús fue literal. No fue una aparición, sino que estuvo físicamente allí en forma humana, aunque fuera un poco diferente (un anticipo de nuestros cuerpos celestiales). Lo sabemos por las heridas físicas que Jesús mostró a sus discípulos en Juan 20:24-29. Su cuerpo tampoco estaba en la tumba. Cuando las mujeres se dirigen allí en la mañana de Pascua en Lucas 24:5-6, los ángeles dicen “¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!” Esta resurrección corporal física es una buena noticia para nosotros. 2 Corintios 4:14 dice, “aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con él”. Sabemos por las otras resurrecciones que ocurren en los Evangelios - Lázaro en Juan 11 y los que salen de las tumbas en Mateo 27:53 – que Dios puede y resucitará nuestros cuerpos físicos. Nuestro cuerpo actual morirá. La muerte es una realidad. Pero viene un mundo nuevo, donde todo será restaurado. Interiormente, esta restauración ya ha comenzado. Cristo provocó ese cambio y nos dio un anticipo de cómo es la vida de resurrección. Nuestro cuerpo, que ha experimentado la debilidad, la deshonra, el dolor y el sufrimiento, es perecedero, pero resucitará en incorrupción, como dice en 1 Corintios 15:42.
La resurrección realmente lo cambia todo. La revelación de que Jesús era Dios en forma humana muestra lo sorprendente que es la gracia de Dios. Estuvo dispuesto a rebajarse a este nivel y hacer el último sacrificio expiatorio por nosotros. Y ahora, cuando decimos sí a Jesús, decimos sí a una nueva vida. Nueva mente, nuevo corazón y un día, nuevo cuerpo. Las cosas viejas pasarán y la vida tal y como debe ser vivida estará disponible, dada libremente por la gracia de Dios. Si quieres empaparte de la maravilla de la gracia de Dios, puede que te resulten útiles nuestros devocionales en audio. Hay muchos en la app de Glorify para ayudarte a enfocarte en Dios y en lo que ha hecho por nosotros, mientras pasas tiempo con él en esta Pascua.
