A continuación te compartimos algunos versículos bíblicos sobre el Domingo de Ramos que te ayudarán a reflexionar mientras nos acercamos a la Pascua. El Domingo de Ramos es el comienzo de la Semana Santa, un momento clave en la historia de la pasión y un tiempo de júbilo y contemplación. En esta publicación veremos escrituras relacionadas directamente con el relato del Domingo de Ramos y algunos versículos adicionales para guiar nuestras reflexiones.
El Domingo de Ramos es el domingo anterior al fin de semana de Pascua y conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén. Este acontecimiento se menciona en los cuatro Evangelios, y la mayoría de los relatos incluyen a multitudes de personas que depositan mantos y ramas mientras Jesús entra en la ciudad montado en un pollino. Cristo es tratado con reverencia real en estos relatos, pero sabe que pronto será condenado a muerte. Sin embargo, podemos tomar este tiempo para reconocer y celebrar a Cristo como Rey y el hecho de que vendrá de nuevo. El Domingo de Ramos suele considerarse el comienzo de la Semana Santa y un momento de contemplación en el período previo a la Pascua, al pensar en el sacrificio de Jesús y en la resurrección. [caption id="attachment_6210" align="alignnone" width="600"]
Imagen: Ashkan Forouzani[/caption]
Los relatos evangélicos de la entrada de Jesús en Jerusalén son todos muy similares. Antes de entrar en la ciudad santa, le pide a sus discípulos que le consigan un pollino para montar. En Marcos 11:2-3 Jesús dice, “Vayan a la aldea que tienen enfrente. Tan pronto como entren en ella, encontrarán atado un burrito, en el que nunca se ha montado nadie. Desátenlo y tráiganlo acá. Y, si alguien les dice: “¿Por qué hacen eso?”, díganle: “El Señor lo necesita, y en seguida lo devolverá”. Jesús entra montado en el pollino y es recibido por una multitud. El relato de Mateo dice, “Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las esparcían en el camino”. Mateo 21:8Lucas 19:36 también dice “la gente tendía sus mantos sobre el camino” y el relato de Juan se refiere específicamente a las ramas de las palmeras diciendo en Juan 12:12-13, “Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén; tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo”.
También aparece en los cuatro Evangelios la multitud y sus discípulos alabándolo cuando Jesús entra en la ciudad. Cada relato utiliza variaciones de las mismas palabras. Mateo 21:9-11 dice, “Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ¿Quién es este? —preguntaban. Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente”. Es sorprendente que estas personas reconocían que estaban en presencia de alguien especial, aunque no sabían exactamente quién era. Nosotros también podemos experimentar el misterio y la majestuosidad de Jesús hoy. Puede que no entendamos del todo por qué este humilde Rey eligió llegar montado en un animal no más grande que un burro, pero sabemos que es digno de nuestra alabanza. El relato anterior dice que "toda la ciudad se conmovió" a causa de esta entrada. Solo podemos orar para que Dios vuelva a conmover nuestras ciudades con su presencia. [caption id="attachment_6216" align="alignnone" width="602"]
Imagen: John Price[/caption]
Lo más emocionante de estos relatos de los Evangelios es que confirman las profecías de las escrituras anteriores. Como dice en Mateo 21:4-5, el hecho de que Jesús montara en un pollino tuvo lugar para que se cumpliera lo que dijo un profeta, "Digan a la hija de Sión: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga". Esto es una referencia directa a un pasaje de Zacarías 9:9 que dice, “¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna”. El pueblo de Jerusalén esperaba la llegada de un rey que restauraría todas las cosas. Jesús hizo esto para demostrar que él era el Rey que habían estado esperando, aunque muchos no le creyeron. Pero muchos otros estaban entusiasmados y colocaban ramas de árboles frondosos, como la palmera. Esto se debía a la fiesta de los Tabernáculos, de la que se habla en Levítico 23:33-44. Se trataba de una celebración sagrada para Dios que tenía lugar el día 15 del séptimo mes y se desarrollaba durante siete días. El primer día, un día de reposo, se celebraba con ramas de una palmera. Las ramas de palma se mencionan más adelante en la Biblia en Apocalipsis 7:9-10 cuando Jesús está sentado en la gloria. “Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»” Es una imagen increíble de alabanza y adoración ante Cristo, que está en el lugar que le corresponde. Nosotros también podemos adorar a Dios de esta manera durante la Semana Santa.
Si estás buscando algunos versículos bíblicos para el Domingo de Ramos que te acompañen en tu devocional, reflexión o contemplación, aquí tienes un par de ellos. Son todos acerca de alabar y adorar a Dios por quién es él. Alabarlo por lo que ha hecho y por la persona de Jesús que vino a la tierra en forma humana.
Esta es la promesa de Dios sobre Jesucristo en los Salmos. Aunque rechazado, Jesús se ha convertido en la piedra angular sobre la que construimos nuestras vidas. “La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular. Esto ha sido obra del Señor, y nos deja maravillados. Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él”.
Este es un recordatorio de que debemos alegrarnos siempre porque Dios es bueno. No importa lo que nos toque enfrentar, podemos alegrarnos de que el Señor está aquí. “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” [caption id="attachment_6219" align="alignnone" width="603"]
Imagen: Daniel Schludi[/caption]
Jesús sabía lo que le esperaba ese día. Los creyentes también sabemos lo que nos espera cuando nos acercamos a la Pascua cada año. Sin embargo, incluso en los tiempos más oscuros podemos alegrarnos porque son tiempos en los que el carácter se fortalece, y damos un paso hacia una herencia gloriosa. “Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza."
“¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!” “¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!”
Este siguiente versículo es muy conocido y amado, y por una buena razón. Jesús fue enviado 'no para condenar' sino 'para salvar al mundo'. “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él”. Que tengas una gran celebración del Domingo de Ramos y una Semana Santa llena de paz y del Espíritu. Si necesitas compañía para tus tiempos devocionales y de intimidad con Dios esta semana, deberías echarle un vistazo la app de Glorify, tiene lecturas bíblicas diarias y devocionales para ti.
