"¡Dios te ama!" ha sido una frase repetida por creyentes durante siglos. El amor santo e inmutable de Dios por la humanidad es el estandarte bajo el cual los seguidores de Jesús viven en medio de este mundo roto. La tumba vacía sirve de recordatorio diario de que Cristo murió dolorosamente y resucitó en gloria por nosotros. ¿Por qué? Porque nos ama. El amor está en el centro de la fe. Se recibe y se da en la comunidad cristiana. Es el núcleo de nuestra identidad: somos amados. Dios, al fin y al cabo, ES amor (1 Juan 4:8). Si eres como yo, es demasiado fácil vivir como si realmente no tuviéramos esa revelación. Es como si nuestra cabeza lo supiera superficialmente, pero nuestro corazón de alguna manera no lo vive. Vivimos inseguros e inciertos, preocupados y ansiosos, casi como si no creyéramos que el Salvador de todo el universo nos ama genuina e incondicionalmente. Lo decimos, pero ¿lo decimos en serio?
A veces, es importante detenerse un momento y ser conscientes de que Dios nos ama de verdad. Esta es una verdad y podemos confiar en ella. Por lo tanto, aquí hay cinco citas bíblicas acerca de cómo "Dios te ama" para comenzar a comprender su profundidad. Intenta leer estas escrituras con una mirada fresca. Léelas despacio. Permite que se impregnen en tu alma. Entender el amor de Dios no es un ejercicio académico. Es la clave de una relación profunda, íntima y personal con un Dios santo.
"Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los demonios, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor". Romanos 8:37-39 Pablo estaba convencido del amor de Cristo por nosotros. Había llegado a un punto donde estaba totalmente convencido del amor perdurable de Dios por su pueblo. Es una escritura que puede proporcionarnos una profunda seguridad. Porque si Pablo estaba convencido, nosotros también podemos estarlo. Me pregunto cuál es tu nivel de "convicción" sobre cuánto te ama Dios hoy. Permítete subir de nivel. Su amor por ti es real y no se va a ningún lado. Aférrate a esa verdad.
"Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros". Romanos 5:8 Jesús no esperó a que “mejoráramos” o "nos arregláramos" para actuar con amor a nuestro favor. Todo lo contrario. Jesús murió por nosotros cuando estábamos en nuestro peor momento. Eso demuestra cuánto nos ama. Si alguna vez te sientes inseguro como creyente, permítete volver a confiar en esta realidad. El amor de Cristo por ti no depende de lo "bueno" que seas. Te lo da incondicionalmente. En cada fracaso y error, recuerda que el amor de Cristo por ti no se ha movido ni un centímetro. No hay nada que puedas hacer para que él te ame menos. Aférrate a ese pensamiento.
"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!" Efesios 2:4-5 Cuando reflexiono sobre las citas bíblicas que hablan sobre el amor de Dios, a menudo me siento atraído por esta. Por alguna razón, la palabra GRAN me llama la atención. Me desafía. A menudo, me encuentro pensando que Dios "probablemente" me ama, pero que ese amor es, en cierto sentido, más parecido a "no le importo" o "a veces se enfada un poco conmigo". Es una inseguridad de que, de alguna manera, no doy la talla para Dios. No sé si alguna vez has sentido lo mismo. Cuando leo este versículo, me confronta con la idea de que el amor de Dios por mí (y por ti) es un GRAN amor. Tal vez el amor de Dios es mucho más amplio, profundo y espectacular de lo que yo le atribuyo. Vale la pena reflexionar sobre esto. Si te sientes perdido, solo o simplemente no suficiente, vuelve a este versículo. Recuerda que Dios te ama con un gran amor. Es rico en misericordia. Te ha salvado por gracia. Este evangelio es una realidad impresionante y transformadora de la vida. Recuérdalo hoy.
"Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos". Hebreos 12:7-8 Puede que este versículo no parezca instintivamente una cita clásica acerca de cómo "Dios te ama", pero observa esta perspectiva. A veces, cuando reflexionamos sobre el amor de Dios, podemos caer en pensamientos etéreos, "cálidos y difusos", sobre el amor genérico y feliz de Dios por todos nosotros, como si la vida fuera fácil todo el tiempo. Es una idea bonita, pero puede parecer ajena a las dificultades de la vida que todos afrontamos. ¿Cómo entendemos entonces el amor de Dios por nosotros en los momentos más difíciles? Este versículo nos da pistas. Aunque Dios no nos inflige el mal, trasciende el quebrantamiento del mundo para enseñarnos, hacernos crecer y disciplinarnos. ¿Por qué? Porque nos ama como hijos suyos y quiere ayudarnos a madurar de manera sana. Todo buen padre disciplina a su hijo. Nuestro Padre Celestial no es diferente. Si te sientes desafiado por la vida, no lo veas como una evidencia de que no le caes bien a Dios. Más bien, reconoce lo roto que está nuestro mundo y considera si Dios puede estar queriendo enseñarte algo. ¿Por qué? Porque te ayudará a recordar que eres su hijo. Él te ve y te ama. Dios está contigo en cualquier prueba que estés enfrentando.
"Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad". Salmo 86:15 Dios nos ama porque eso es fundamentalmente lo que él es. No se trata de quiénes somos nosotros ni de los errores que hemos cometido. Dios es, por naturaleza, un Dios de amor profundo e incondicional. Él abunda en amor. Él es amor. Ese amor es para nosotros. Disfrútalo. Como creyentes, entonces, somos seguidores de este Dios de amor. Podemos descansar en eso. Podemos basar nuestra vida en eso. En medio de todas nuestras tensiones e inseguridades, nuestro Dios nunca cambia. Si te sirve de ayuda, también puedes consultar algunas de nuestras meditaciones en Glorify sobre el amor de Dios. Son una herramienta práctica para que puedas experimentar esta realidad. Dios. Te. Ama. Foto por Mayur Gala en Unsplash Foto por Aung Soe Min en Unsplash