Te has preguntado alguna vez: “¿oro bien?” o “¿mis oraciones marcan alguna diferencia?” Tal vez la oración es algo nuevo para ti y no sepas por dónde empezar. En este blog te ofrecemos cuatro consejos para que sepas cómo orar eficazmente y lleves tu conexión con Dios al siguiente nivel. La oración es una parte esencial de la fe cristiana. Datos recientes de Barna (disponible en inglés) muestran que casi tres de cada cinco adultos estadounidenses (58%) afirman que oran al menos una vez a la semana. La oración es un poderoso agente de cambio. De hecho, el libro de Santiago nos dice que "La oración del justo es poderosa y eficaz". (Santiago 5:16) Esta es una gran noticia. Los seguidores de Jesús disponen de la atención de Dios. Esto debería hacernos más audaces para pedir su ayuda y más confiados en que él responderá a nuestras oraciones. Entonces, ¿cómo podemos aprovechar esta oportunidad? Aquí tienes cuatro consejos que nos ayudarán a aprender cómo orar eficazmente.
Jesús les dice a sus seguidores que puede ver cómo a ciertas personas religiosas les encanta presumir cuando oran. Se aseguran de que mucha gente les oiga orando fuerte y largo, y se aseguran de que les vean orando en público. En Mateo 6, Jesús insta a sus amigos a hacer lo contrario: "Y al orar, no hablen solo por hablar..." No es necesario que nuestras oraciones sean largas y complejas. No necesitamos impresionar a Dios con nuestro vocabulario o teología. La Biblia nos dice que él ya sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos, así que no necesitamos orar para impresionar. Cuando ores haz como Jesús y ve al grano: "Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará". Mateo 6:6 Haz que tus oraciones sean breves y directas. Usa tus propias palabras y exprésate con sinceridad. A largo plazo, esto hará que dejes de tener ansiedad cuando se trata de hablar con Dios. Tu confianza y conexión con él también se fortalecerán. Recuerda que la oración contestada no tiene que ver con la calidad de tus habilidades lingüísticas. Se trata de conectar con Dios, nuestro Padre, que tiene un profundo deseo de escucharnos y ayudarnos.
Algunas de las oraciones más poderosas contenidas en la Biblia proceden de las personas más desesperadas. A menudo eran oraciones emocionalmente directas y urgentes. Y lo que es más importante, eran sinceras. "¿Hasta cuándo he de estar angustiado y he de sufrir cada día en mi corazón?" Salmo 13:2 Los Salmos son un buen punto de partida si buscas las palabras adecuadas que expresen lo que sientes. Están llenos de cantos apasionados y oraciones reales. Son crudas y alborotadas, urgentes e inmediatas. Hay muchas súplicas escandalosamente sinceras a Dios pidiendo ayuda e intervención. Dios no se intimida lo más mínimo cuando oramos con emoción y franqueza. De hecho, Dios nos dio el don de la oración para que pudiéramos ser sinceros y vulnerables en el más seguro de los espacios.
Los nuevos hábitos tardan en arraigarse y esto incluye la oración. Recuerda que tus oraciones no tienen por qué ser largas, pero al hacer oraciones cortas y frecuentes, construyes esa conexión con Dios. La Glorify App tiene una función de oración que te permite crear un espacio para la oración personal en el momento y el lugar que te convenga. También puedes establecer un recordatorio cuando lo necesites. Es una herramienta increíble para ayudarte a desarrollar buenos hábitos de oración. También tienes la opción de crear tu propia lista de oración, para llevar un registro de las cosas que le pides a Dios y anotar cuándo responde a tus peticiones. El hábito de la oración crecerá con el tiempo. Adicionalmente, tiene una sección de decenas de oraciones guiadas para diferentes situaciones que te ayudarán a conectar con Dios cuando no sepas por donde iniciar. El evangelista de renombre mundial Smith Wigglesworth dijo "No suelo pasar más de media hora orando de una vez, pero nunca paso más de media hora sin orar". La oración se vuelve más instintiva y eficaz cuando la haces con frecuencia.
Los modelos de oración son de gran ayuda si te cuesta encontrar las palabras adecuadas. La buena noticia es que tenemos muchos ejemplos transmitidos a través de las Escrituras y la historia que nos ayudan a orar con eficacia. El Padre nuestro fue enseñado por Jesús a sus seguidores para ayudarles a orar a Dios de una manera vivificante. Aunque nunca fue concebido para ser recitado de memoria, contiene un patrón de prioridades que nos permite conectar con Dios y empezar a orar con eficacia. Puedes orar el Padre nuestro con tus propias palabras. Las oraciones guiadas de Glorify App pueden ser un poderoso apoyo en tu hábito de oración. Sea cual sea el modelo de oración que utilices, debes saber que Dios te escucha y está deseoso de conectar contigo de una forma que cambie tu vida a través del poder de la oración. Fotos por Anthony Cantin en Unsplash