Los años de adolescencia pueden ser duros, y la ansiedad en los adolescentes va en aumento; entonces, ¿cómo podemos reconocerla en nuestros hijos y qué podemos hacer al respecto? La adolescencia es la época en la que los jovencitos despliegan un poco sus alas, para estirarlas antes de volar del todo el nido. Pero con los estragos de la vida moderna; la presión de los compañeros, la necesidad de rendir bien en la escuela, las redes sociales y, más recientemente, la pandemia de coronavirus, la ansiedad ha ido en aumento en los adolescentes. Este video (disponible en inglés) tiene una explicación muy útil sobre las causas de la ansiedad. Entonces, ¿cómo podemos detectar la ansiedad en nuestros hijos y cuáles son algunos mecanismos para afrontarla? ¿Qué piensa Dios sobre la salud mental y qué dice la Biblia al respecto? En esta publicación, examinaré las formas de reconocer la ansiedad, así como algunos mecanismos para afrontarla, seguidos de algunos versículos bíblicos para ayudar en momentos de ansiedad.
Puede haber muchas causas de ansiedad en los adolescentes. Algunas están relacionadas con la escuela, como la presión por rendir bien, pero también puede haber ansiedad social, por no querer parecer diferente y querer encajar. La pubertad puede ser una causa de ansiedad, ya que nuestros cuerpos se desarrollan de forma natural en diferentes momentos, por lo que podemos adelantarnos o retrasarnos con respecto a nuestros compañeros. Las cuestiones del entorno pueden influir, ya sea que el adolescente esté pasando por un momento difícil con su familia, económicamente o en otra área. La pandemia de coronavirus también ha desempeñado un papel importante en el aumento de la ansiedad, ya que han surgido preocupaciones sobre el futuro. Las redes sociales son otro factor, ya que cuanto más estamos en las redes sociales, más nos comparamos con los demás, lo que puede provocar ansiedad.
Es importante recordar que la ansiedad puede tener un aspecto diferente de una persona a otra. Puede haber síntomas evidentes, como temblores y sudoración, pero otros pueden ser mucho más sutiles, como la dificultad para dormir y la sensación de náuseas. Otras señales de ansiedad en los adolescentes son querer retraerse y la dificultad para concentrarse, y no siempre es fácil detectar si están relacionados con la ansiedad. Gran parte de la ansiedad gira en torno a la escuela, por lo que querer evitar la escuela y la interacción social puede ser una señal clave de que algo no va bien.
Si crees que tú o tu hijo adolescente está experimentando ansiedad, estos consejos rápidos pueden ayudarte. - Recuerda que la sensación de miedo forma parte de la estrategia de supervivencia de lucha o huida y es perfectamente normal. Respira lentamente hasta que se te pase el miedo. - Anota tus miedos y guárdalos. Algunas personas tienen un tarro de preocupaciones para este fin. - Habla de tus sentimientos. ¿Hay algún amigo cercano y de confianza con el que puedas hablar y compartir las cosas? Puede tener una perspectiva diferente a la tuya. - Ora. Como veremos un poco más adelante, Dios te ama y quiere estar íntimamente involucrado en tu vida, como lo haría un padre amoroso. Cuéntale tus miedos. - Cuida de ti mismo. Descansa, come bien, haz ejercicio. [caption id="attachment_5514" align="aligncenter" width="1024"]
Foto por David Straight en Unsplash.[/caption]
Si nuestros hijos adolescentes sufren un ataque de ansiedad, podemos quedarnos con ellos, tranquilizarlos y ayudarles a respirar hasta que se les pase la ansiedad. En un momento más tranquilo, quizá podamos reflexionar con nuestro hijo sobre lo que puede estar causando la ansiedad. Dale espacio para que comparta sus sentimientos. Los sentimientos de ansiedad son muy reales y puede ser fácil descartar los miedos de los demás por considerarlos irreales, pero el miedo es el miedo. Lo mejor que podemos hacer como amigos o familiares es escuchar sin juzgar. Podemos ayudar a identificar los factores desencadenantes y elaborar estrategias para ayudar en los momentos de ansiedad. Por último, podemos animarles a hacer las cosas que se sabe que reducen la ansiedad: ejercicio físico, dormir bien, comer sano, beber agua y pasar tiempo de calidad con los seres queridos. El Instituto Superior de Estudios Psicológicos proporciona una gran guía sobre los pasos que podemos dar para mejorar nuestra propia salud mental. El tratamiento más eficaz para la ansiedad es la TCC (terapia cognitivo-conductual), que examina los patrones de pensamiento negativos y ayuda a convertirlos en otros más positivos. A veces también se necesita medicación para ayudar a las personas con ansiedad grave. Si crees que tu ansiedad está afectando tu calidad de vida, pide consejo a un profesional médico. Entra aquí (disponible en inglés) para ver un sitio web realmente útil para apoyar a los que tienen ansiedad y aquí (disponible en inglés) para una explicación más completa de la ansiedad en los adolescentes. Entonces, ¿qué dice la Biblia sobre la ansiedad?
¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas” Mateo 6:25-34.
En momentos de ansiedad, ¿por qué no leer estos versículos en voz alta? Declarar la palabra de Dios tiene peso y cambia nuestros sentimientos. La palabra de Dios es verdadera e inmutable, a diferencia de nuestras emociones, así que declárala en voz alta, cántala, escríbela y memorízala. Haz que la verdad de esos versículos entre en tu corazón y en tu mente. La palabra de Dios trae vida, como el agua a un desierto. Tu Padre Celestial no quiere que estés agobiado por la ansiedad, él quiere que vengas a él, que eches tus cargas sobre él, y que te alejes, liberado de su gran peso. Padre, te entrego mi ansiedad. Que la verdad de tu palabra venga a renovar mi mente. Gracias porque estás conmigo, incluso en el valle más oscuro. Amén La App de Glorify tiene listas de reproducción relajantes para la ansiedad y para el sueño, así que asegúrate de echarles un vistazo también. Otra guía útil sobre la ansiedad en los adolescentes se puede encontrar aquí (disponible en inglés).