En este blog, veremos lo que dice la Biblia sobre el suicidio y cómo podemos orar por aquellos que han sido afectados por la pérdida de un ser querido. También consideraremos cómo podemos ayudar a los que nos rodean y que pueden estar lidiando con pensamientos suicidas. El suicidio es una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos. En 2020, 46.000 personas murieron por suicidio; es decir, una cada 11 minutos. Cada suicidio es una tragedia, pero el suicidio nunca es inevitable.
Ciertas cosas pueden suponer un mayor riesgo, como haber vivido abusos domésticos o infantiles, pero tener una buena red de apoyo y acceso al área de salud mental reducen el riesgo (disponible en inglés). La buena noticia es que el suicidio se puede prevenir con las estrategias adecuadas. Algunas de esas estrategias pueden incluir tener un plan de acción para cuando se tienen pensamientos suicidas, tener una buena red de apoyo y acceder a apoyo profesional.
Como creyentes, se nos asegura que nacemos con un propósito, que estamos hechos de manera admirable y maravillosa y que Dios tiene un plan para nuestra vida. Esto no quiere decir que los problemas de salud mental no nos afectan, sino que podemos estar seguros de que Dios tiene una visión de esperanza para nuestra vida. Si sientes que hoy te enfrentas a problemas insuperables, trata de recordar que no siempre te sentirás así. Hay una salida. Sea cual sea la situación en la que te encuentres, Dios es un Dios de segundas oportunidades. ¿Recuerdas a Moisés en el Mar Rojo en Éxodo 14? Pensó que no había salida, pero Dios hizo una, a través de una imposibilidad: el mar abriéndose ante él.
Aunque la Biblia contiene ejemplos de personas que se suicidan, sabemos que esto nunca está en el plan de Dios (disponible en inglés). La Escritura nos invita a confiar en Dios en toda circunstancia, incluso en los momentos de desesperación y desesperanza. El rey David, que tuvo sus propias batallas con el dolor y la depresión, reconoce en Salmo 31:15, "Mi vida entera está en tus manos".
Cuando tenemos pensamientos suicidas, podemos acudir a Dios, el Dios de todo consuelo, para que nos saque del pozo de la desesperación. "Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta". Salmo 23:4 "¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!" Salmo 139:14 "Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca". Salmo 40:1-3 "Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones… Pues, así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo". (2 Corintios 1:3-5) “Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas". Isaías 40:28-31
Recuerda que siempre hay esperanza. Resiste, no siempre te sentirás así. Busca ayuda profesional aquí - puedes encontrar estrategias para afrontarlo y una red de apoyo segura.
Si un ser querido está luchando con pensamientos suicidas, puede ser difícil saber cómo apoyarlo, pero podemos escuchar sus preocupaciones y ofrecerle apoyo de manera práctica. Podemos ayudarles a enfocarse en los valores fundamentales para tener una buena salud mental: hacer ejercicio, comer bien, dormir bien, pasar tiempo de calidad con seres queridos, pasar tiempo en la naturaleza, aprender nuevas habilidades y estar presente en el momento.
El suicidio de un ser querido causa dolor y confusión. Hay muchas preguntas sin respuesta por parte de familiares y amigos que quizás no lo vieron venir o que intentaron apoyar lo mejor que pudieron y aun así perdieron a su ser querido. Podemos apoyar a los afectados estando a su lado. Podemos ayudar de forma práctica, por ejemplo haciendo las compras por ellos, y de forma emocional, estando disponibles para escucharlos. Helpguide.org (disponible en inglés) ofrece una guía útil para afrontar el suicidio de un ser querido.
Finalmente, si estás luchando con tu salud mental como creyente, entonces recuerda esas maravillosas promesas de los versículos anteriores. Recuerda que eres un hijo muy amado de Dios y que él tiene un buen plan para tu vida. Y asegúrese de acudir a profesionales calificados para obtener la ayuda que necesitas.
Padre Celestial, te entrego mi vida. Lléname con tu paz que sobrepasa todo entendimiento, para que pueda tener una perspectiva celestial de mi vida. Padre, gracias que soy tu hijo amado. Que pueda llevar el conocimiento de esto a través de todos y cada uno de los días de mi vida. Padre, lléname de tu paz, amor y gozo. Deposito todas mis preocupaciones sobre ti, Señor, y te pido que me acompañes a través de este tiempo difícil. Amén. No dejes de visitar Glorify App para leer más blogs sobre salud mental. Foto por Camille Minouflet en Unsplash Foto por Tim Bogdanov en Unsplash
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