Sentirse sin esperanza es una de las emociones más desafiantes que podemos encontrar en la vida. Opaca nuestra visión del futuro. Nos impide ver lo que Dios tiene preparado para nosotros. Pero, aunque el sentimiento de desesperanza es increíblemente desafiante, la Biblia contiene una serie de promesas de Dios que pueden equiparnos, fortalecernos y ayudarnos a navegar por estas temporadas en las que luchamos por encontrar esperanza.
Al leer la Biblia, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo, encontramos una multitud de promesas de Dios. En total, hay más de 8.000 promesas en la Biblia, de las cuales más de 7,000 (disponible en inglés) son promesas de Dios a la humanidad. Las promesas de esperanza que encontramos en la Biblia pueden ayudarnos a continuar en tiempos de desesperanza. Una de las más famosas es la promesa de Dios a los israelitas en Jeremías 29:11, cuando Dios habla en una época de desesperanza y les recuerda: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”. Las épocas de desesperanza suelen ser un desafío. Pero la Palabra de Dios no nos deja lidiar con ellas por nuestra cuenta. Por el contrario, nos da promesas a las que podemos aferrarnos, promesas que nos llevarán al futuro que Dios tiene para nosotros. En este blog vamos a ver tres de estas promesas que pueden animarnos en nuestros momentos de desesperanza.
Uno de los efectos más comunes de la desesperanza es el sentimiento de que estamos solos en nuestra batalla. Podemos convencernos con demasiada facilidad que somos los únicos pasando por esta situación, que somos la única persona del mundo que se siente así. Pero nada está más lejos de la realidad. La Biblia nos promete que los sentimientos de desesperanza son normales y que, cuando nos encontramos con la desesperanza, debemos recordar que no estamos solos. La Biblia nos da numerosos ejemplos de ello. En Salmo 6:5-7 podemos conocer la desesperanza que el rey David sentía en su vida. David dice que está completamente agotado por sus lágrimas y que se está debilitando físicamente por la tristeza que siente. En Jonás 4:9 leemos que Jonás se siente tan desesperado que llega a decir “quisiera morirme”. Incluso Jesús experimentó la desesperanza. En Mateo 26:38 dice “Es tal la angustia que me invade, que me siento morir”. Estos ejemplos bíblicos nos recuerdan y alientan que no estamos solos en nuestra desesperanza. La pérdida de la esperanza es una experiencia común por la que pasan muchos.
Otro efecto de la desesperanza es la sensación de que Dios se ha olvidado de nosotros. Podemos caer fácilmente en la trampa de creer que nuestra desesperanza nos aleja de la presencia de Dios. Cuando luchamos por encontrar esperanza, podemos creer que Dios se ha alejado. Podemos creer que Dios no está en el panorama o cuestionar cómo un Dios bueno puede permitirnos pasar por una situación tan desafiante. Cuando te encuentres con una temporada sin esperanza, debes saber que Dios no te ha dejado ni te ha abandonado. Dios no se ha olvidado de ti. De hecho, él está caminando contigo, a cada paso del camino. Pero no solo debes saber que Dios está contigo, sino también que te invita a descargar tus preocupaciones en él. Te invita a compartir tu carga con él, porque quiere involucrarse en tus desafíos y en las diferentes temporadas de tu vida. Como leemos en 1 Pedro 5:7, “Depositen en él toda ansiedad”. Salmo 55:22 dice que debemos entregarle nuestras cargas al Señor. Dios no se olvida de ti ni te abandona cuando tienes dificultades. Más bien, él camina contigo y comparte el peso de la carga que llevas, siempre deseando que eches tu carga sobre sus hombros.
La desesperanza nos hace perder la perspectiva. Nos impide mirar hacia un futuro positivo y nos paraliza en nuestro estado actual de ansiedad y preocupación. Nos roba el futuro y nos impide entrar en todo lo que Dios tiene para nosotros. Y, cuando se trata de nuestra fe, puede hacernos creer que somos incapaces de recibir la esperanza que Dios nos ha prometido. Pero Dios te promete esperanza hoy. Te promete una esperanza que ninguna circunstancia puede opacar, una eternidad que ningún enemigo puede frustrar y un futuro que está guardado para ti en el cielo. Aunque esta temporada de la vida pueda parecer desesperanzada, Dios te promete esperanza hoy. Y quiere recordarte que tu futuro está asegurado en él. Como leemos en Proverbios 23:18, “Cuentas con una esperanza futura, la cual no será destruida”. No hay nada; ninguna persona, ninguna situación, ningún acontecimiento de la vida, que pueda apartarte de la esperanza que Dios tiene para ti. Él te ha prometido un futuro brillante y glorioso, tanto aquí en la tierra como en la eternidad.
En tiempos de desesperanza, recuerda las promesas de Dios. Recuerda las miles de promesas que son tuyas en Cristo Jesús. Y recuerda que eres verdadera, plena y eternamente amado por Dios. Recuerda que no estás solo. Dios no te ha olvidado. Y él te promete esperanza hoy. ¿Por qué no te tomas unos minutos ahora para simplemente recibir estas promesas de Dios? Entrégale tu desesperanza a Dios y dedica un tiempo a pedirle que te dé una nueva esperanza y una nueva visión del futuro. Hay algunas oraciones guiadas en Glorify app que podrían ayudarte con esto. Fotos por marina en Unsplash
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