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Reflexión

¿Por qué Dios permite el sufrimiento?

¿Por qué Dios permite el sufrimiento?

Una de las preguntas más difíciles de la vida es la del sufrimiento. ¿Por qué existe el sufrimiento? ¿Por qué tenemos que pasar por temporadas de desafíos, desilusiones y dolor? Personas de todos los credos y de ninguno luchan con esta pregunta. Pero, para los creyentes, la pregunta acerca del sufrimiento es un desafío único, ya que creemos en un Dios que es totalmente bueno. Cuando adoramos a un Dios bueno, seguramente nos preguntamos por qué permite el sufrimiento. Cuando nos encontramos con el sufrimiento de primera mano o cuando lo vemos a escala mundial, puede desafiar algunas de nuestras concepciones de la bondad y la fidelidad de Dios. Es posible que haya habido momentos en tu vida en los que te preguntaste por qué Dios permitió que se den ciertas circunstancias.

Está bien hacer preguntas

Como creyentes, a veces podemos sentirnos culpables por hacer la pregunta de por qué Dios permite el sufrimiento. A veces podemos pensar que al hacer la pregunta estamos de alguna manera cuestionando a Dios o teniendo una falta de confianza en él. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad. Hacer la pregunta muestra que tenemos una profunda convicción sobre la bondad de Dios y que tenemos una verdadera confianza en que el mundo no está destinado a ser así. Estamos demostrando que somos conscientes de que el sufrimiento no forma parte del plan de Dios para nuestro mundo. Sean cuales sean nuestros sentimientos personales, esta sigue siendo una de las preguntas más importantes de la vida. Se han escrito innumerables libros, ensayos y blogs sobre el tema. Pero aquí hay tres pensamientos que te ayudarán a reflexionar más sobre el significado del sufrimiento en nuestro día a día.

1. El sufrimiento nunca fue parte del plan de Dios

El libro de Génesis comienza con un relato de la creación del mundo. Es un relato famoso que habla de la creación de la tierra y de todos los seres vivos. En los dos primeros capítulos del relato no se menciona ninguna enfermedad, sufrimiento o muerte. Por el contrario, es una imagen de salud, de paz y de plenitud en Dios. Como leemos en Génesis 3, el sufrimiento entra en el mundo como resultado de las decisiones tomadas por la humanidad, la rebelión de la creación de Dios. “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás”. Génesis 3:19 Entonces, vivimos en un mundo donde el sufrimiento existe, en todas sus diferentes formas. Pero esto nunca formó parte del plan original de Dios. El Dios al que servimos es un Dios bueno y todo lo que crea es bueno. Por lo tanto, podemos estar seguros de que la intención de Dios es que su creación sea totalmente buena y que el sufrimiento no exista en absoluto.

¿Por qué Dios permite el sufrimiento?

2. El sufrimiento es algo que Dios ha experimentado de primera mano

Juan 19:1-3 dice: “Pilato tomó entonces a Jesús y mandó que lo azotaran. Los soldados, que habían tejido una corona de espinas, se la pusieron a Jesús en la cabeza y lo vistieron con un manto de color púrpura. —¡Viva el rey de los judíos! —le gritaban, mientras se le acercaban para abofetearlo”. Uno de los grandes consuelos de la fe es saber que el sufrimiento no es algo por lo que pasamos solos. Dios está realmente con nosotros a través del sufrimiento y el dolor. No huye de él ni se aleja de nosotros. Por el contrario, entra en nuestro sufrimiento y camina con nosotros a través del dolor, en cada paso del camino. A través del ejemplo de Jesús sabemos que Dios ha experimentado el sufrimiento de primera mano. Él experimentó la tortura física, la traición emocional y la muerte más horrible que un ser humano pueda experimentar. Él sabe cómo se siente el sufrimiento. No es ajeno a las heridas y al dolor. Cuando nosotros mismos nos encontramos con el sufrimiento, puede que no obtengamos una respuesta concisa que explique el dolor. Pero podemos saber que Dios está con nosotros a través de todo ello. El Dios de la Biblia se metió en el desorden y la fragilidad de la humanidad y eligió caminar con nosotros a través de todo. Hoy puedes saber que Dios comprende profundamente tu dolor y que está contigo a lo largo de tu experiencia personal.

3. El sufrimiento tiene fecha de caducidad

Isaías 65:17 dice: “Presten atención, que estoy por crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No volverán a mencionarse las cosas pasadas, ni se traerán a la memoria”. La gran promesa de la Escritura es que el sufrimiento terminará. Como leemos aquí en Isaías, llegará un momento en que el sufrimiento se acabará. Habrá un tiempo en el que viviremos por la eternidad con Dios, sin llanto, ni dolor, ni muerte. Como dice Pablo en 2 Corintios 4:17, nuestro sufrimiento en la tierra es una aflicción momentánea que será superada por una eternidad de plenitud y sanidad. Esta es una promesa asombrosa. Sin embargo, saber que se nos promete una eternidad libre de sufrimiento no significa que tengamos que esperar simplemente a que Jesús regrese. De hecho, Dios nos invita a buscar su reino ahora y a orar por un mundo libre de sufrimiento. Como nos enseñó Jesús en Mateo 6:13, debemos orar a Dios y pedirle que nos libre del mal. Dios desea librarnos del sufrimiento incluso en esta era. Podemos y debemos orar a Dios cuando nos encontramos con el sufrimiento, confiando en su poder y aferrándonos a su promesa de una eternidad libre de todo dolor.

¿Y ahora qué?

El sufrimiento es, en muchos sentidos, un misterio. Aunque podemos luchar con el sufrimiento y considerar cómo coexiste con el Dios bueno al que servimos, en última instancia nunca podremos entender completamente las pruebas que enfrentamos. La respuesta es compleja y requiere toda una vida de búsqueda e intimidad con Dios. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos saber con confianza. Podemos saber que Dios es bueno y que desea un mundo sin sufrimiento. Podemos saber que Dios está cerca, y que ha pasado por el sufrimiento de primera mano. Y podemos saber que Dios nos promete que un día habrá un final para todo el sufrimiento. Esta es la buena noticia de Jesús; no es que todo vaya perfectamente cuando nos convertimos en creyentes, sino que Dios está con nosotros a través de cada temporada, y que ya ha experimentado todo nuestro dolor. Si quieres explorar algún otro recurso que te ayude a entender el carácter y la naturaleza de Dios, descarga Glorify. Foto por Camille Minouflet en Unsplash Foto por frank mckenna en Unsplash

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