Como cristianos, comúnmente nos encontraremos realizando oraciones por sanidad, ya sea la nuestra, la de un hermano en Cristo o un ser querido. Orar por sanidad y una pronta recuperación es una parte importante de la vida como cristiano. No podemos evitar la tos y los resfriados que aparecen cada invierno. Tampoco podemos protegernos de todos los golpes y rasguños que pueden ocurrir. Pero podemos confiar en el increíble poder restaurador de Dios. Podemos correr hacia Él cuando estamos heridos, con la esperanza de que nos ayudará. En Glorify App, podrás encontrar oraciones guiadas por sanidad y restauración que te ayudarán a descansar en el poder de Dios.
No existe una fórmula para una buena oración de sanidad. Fíjate en cómo sanaba Jesús: cada vez lo hacía de una manera diferente. Tenemos que confiar en el Espíritu Santo que hay en nosotros para que nos guíe mientras oramos. Empieza tu tiempo de oración pidiendo a Dios que te guíe mientras oras. Deja espacio para que Él hable. Él podría destacar un pasaje de las Escrituras para animar a alguien, o podría revelarte la raíz del dolor de la persona y ayudarte a orar con precisión. Recuerda que Dios te ama y puede quitarte de encima toda tu preocupación y angustia por tus amigos y seres queridos enfermos. Él está contigo en todo ello y puede llevar las pesadas cargas por ti. Recuerda que no estás solo. Formas parte de una comunidad global y creciente de personas que oran. Tus oraciones se unen a las de millones de personas.
Querido Dios, Gracias por todo lo que has hecho por mí, y por tu bondad en mi vida. Por favor, sáname de esta enfermedad. Ayúdame a descansar bien y, al hacerlo, acelera mi sanidad para que pueda recuperar pronto mi fuerza y energía. Por favor, inúndame con tu vida y restáurame. Amén
Dios, Gracias por tu protección y por mi recuperación hasta ahora. Te pido que por favor sanes todas las heridas y lesiones que tengo. Me duele el cuerpo y siento que mi recuperación es muy lenta. Por favor Dios, ven con tu poder sobrenatural y repara todos los daños de mi cuerpo. Amén
Querido Dios, Te elevo a [nombre] y te doy gracias por ellos. Por favor, vela por ellos y haz que hoy conozcan tu presencia. Mientras descansan y se recuperan, por favor, derrama de tu sanidad, dándoles fuerza, vida y energía. Haz que recuperen pronto la salud, sin dolor persistente ni efectos secundarios. Amén
¿Has orado alguna vez por alguien y no se ha sanado? Muy a menudo, incluso cuando oramos con todo nuestro corazón y fe podemos ver que nuestras oraciones quedan sin respuesta. Cuando alguien pide que oremos por una pronta recuperación, es fácil dejar que nuestras decepciones pasadas nos impidan volver a orar. Es imposible dar una respuesta clara a por qué Dios a veces sana y a veces no. Vivimos en un mundo que sigue roto y lleno de tinieblas y hasta que Jesús vuelva y renueve la tierra, desaparecerán todo el dolor y la enfermedad. Pero, Dios se mueve poderosamente hoy. Él sana y camina con nosotros a través de los diagnósticos de salud más desgarradores. Cuando alguien que conozcas necesite sanidad, no rehúyas orar. Lleva tu decepción a Dios y deja que Él te devuelva la esperanza de sanidad. Dios es lo bastante grande como para ocuparse al mismo tiempo de nuestras preguntas y de nuestras oraciones de sanidad. La próxima vez que necesites reforzar tu fe para sanar, ¿por qué no lees los milagros de sanación de Jesús en los Evangelios? O bien, acércate a la comunidad de tu iglesia y pide testimonios recientes.
Cuando estás enfermo, saber que la gente ora por ti puede ser muy alentador. Mientras oras por una pronta recuperación, piensa en enviar un mensaje a la persona para decirle que estás orando por ella. ¿Quizá podrías comprometerte a orar todos los días? También puedes hacer eco de tu oración con un acto o gesto físico. Enviar una tarjeta o elegir un regalo considerado puede hacer que el amor y la bondad de Dios cobren vida para alguien que está pasando por una enfermedad, de una forma poderosa.
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