¿Oras con tus hijos? Si la respuesta es afirmativa, estupendo, pero si no, ¿sabes qué te lo impide? A veces la vida parece demasiado ajetreada como para encontrar tiempo, pero orar con nuestros hijos puede cambiarnos la vida, tanto a nosotros como a ellos. En esta publicación, empezaré compartiendo algunos consejos e ideas rápidas sobre cómo orar con nuestros hijos, seguido de algunas oraciones cortas para niños. Es un regalo maravilloso poder transmitir la bendición de la oración a nuestros hijos y, aún más, mostrarles cómo es una relación viva con nuestro Padre celestial. Hablando por experiencia, sé que a menudo oro desde el lugar de tener la necesidad de orar con mis hijos, por ejemplo, si no pueden dormir o están preocupados por un examen o una amistad, pero todos necesitamos que nos recuerden que debemos acercarnos a Dios tal y como somos; tanto en los momentos buenos como en los difíciles, para enseñar a nuestros hijos que así es la vida con Dios. Es posible que la oración les resulte difícil a algunos niños, o que les encante su sencillez. Tal vez se distraigan o se olviden. Quizá estén demasiado cansados para concentrarse a la hora de dormir, o quizá sean demasiado tímidos para orar en voz alta, por lo que a veces ayuda tener unas cuantas oraciones que puedan recordar fácilmente. Jesús tiene una gran compasión por los niños y, como nos recordó en Mateo 19:14; "Dejen que los niños vengan a mí", él anhela que sus hijos acudan a él, ya sea que se sientan tristes o felices, porque eso es lo que hacen los amigos.
Si te sientes atascado en la rutina de la oración con tus hijos, o si todavía no has empezado a orar con ellos, quizá puedas cambiar un poco las cosas. Cuando somos creativos, las cosas empiezan a parecer más libres, y romper el molde puede ayudarnos a encontrar nuevas formas e ideas, que resulten divertidas. ¿Quizás podrían orar en el desayuno o a la hora de dormir? ¿Quizás podrían orar juntos durante un paseo o de camino a la escuela? O podrían escribir sus preocupaciones y ponerlas en un frasco de preocupaciones. ¿Por qué no orar por ellas y sacarlas de nuevo, más tarde, para ver cómo Dios ha respondido a sus oraciones? También pueden utilizar su rutina diaria para despertar momentos de oración; por ejemplo, cuando se lavan las manos, acordarse de los que no tienen agua limpia. Cuando se acuestan, agradecer a Dios por estar a salvo. Cuando enciendan la luz, dar gracias a Dios por su casa y orar por los necesitados de otros países. Las oraciones no tienen que ser largas, incluso un par de minutos es mejor que nada. Con todas estas formas creativas de acercarse a la oración, queremos mostrar a nuestros hijos cómo es vivir en una relación con Dios. Queremos vivir de una manera diferente, recurriendo a la oración cuando llega una factura de mucho valor, en lugar de estresarnos. La Biblia dice: "Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará" Proverbios 22:6.
Con mis propios hijos, me ha resultado útil recordarles que pueden orar por su cuenta en cualquier momento y que Dios siempre escuchará sus oraciones. Pero a veces repetir las mismas palabras también es reconfortante. Cuando oro con mis hijos, he descubierto que los Salmos son un buen punto de partida. Entre estos preciosos versículos de sabiduría, alegría y dolor, hay muchas perlas de sabiduría que pueden convertirse en breves oraciones para que los niños oren. Si podemos enseñar a nuestros hijos a orar utilizando los Salmos, también les estaremos alimentando con las Escrituras. Cuanto más conozcan estos versículos, más podrán recordarlos en momentos de necesidad. [caption id="attachment_4738" align="aligncenter" width="800"]
Foto por Petr Vyšohlíd en Unsplash.[/caption] Si nunca has orado con los Salmos, es muy sencillo. -Comienza leyendo algunos versículos en voz alta. -Comienza a orar a partir de un versículo en particular que te llame la atención, o que hable a la situación de tu hijo. Sigue leyendo y descubre algunas oraciones muy cortas que los niños pueden hacer. Todos los versículos son de la NVI a menos que se indique lo contrario.
"Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre" Salmo 107:1. Por ejemplo, a partir de esta versículo, podrías orar: "Gracias Señor porque eres bueno y porque tu amor es eterno. Amén".
"Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!" Salmo 139:13-14. "Gracias, Dios, porque me has creado y porque soy una creación admirable. Amén".
"Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero" Salmo 119:105. "Gracias, Señor, que tu palabra es una lámpara para mis pies y una luz para mi camino. Muéstrame qué debo hacer en esta situación. Amén".
"El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?" Salmo 27:1. "Gracias, Señor, porque eres mi luz y mi salvación. No necesito temer a nadie porque tú eres mi fuerza. Amén".
"Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia" Salmo 46:1. "Gracias, Dios, porque eres mi refugio y mi fuerza, y un ayudante que siempre está a mi lado. Amén".
"El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido" Salmo 34:18. "Gracias, Dios, que cuando estoy triste, te acercas a mí. Amén". [caption id="attachment_4819" align="aligncenter" width="758"]
Foto por Zenad Nabil en Unsplash.[/caption]
"En paz me acostaré y dormiré, porque solo tú, oh Señor, me mantendrás a salvo" Salmo 4:8 (NTV). "Gracias, Dios, que puedo acostarme y descansar en paz, porque solo tú, Señor, me das paz. Amén".
Para terminar, espero que estas breves oraciones para los niños te bendigan a ti y a tus hijos mientras oran juntos. Que podamos aprender de la naturaleza de los niños, que es sin complicaciones creen en Dios, creen que hará lo que dice y que observan la forma en que vivimos, buscando verle actuar. Por último, si quieres seguir leyendo para conocer más formas de introducir la oración en tu rutina diaria, consulta esta publicación.
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