Seguramente has escuchado la frase "Dios está contigo". Pero ¿de qué parte de la Biblia procede realmente esa creencia? ¿Y cómo es que podemos sentirnos tan desconectados de Dios, y tan solos, si Él está siempre con nosotros? Realizar tu devocional diario en Glorify App, te ayudará a recordar día con día la cercanía de Dios.
Hay muchos versículos bíblicos que hablan del concepto de que Dios está con nosotros. Estas escrituras son herramientas importantes para ayudarnos a mantenernos centrados en la verdad. 1. Isaías 41:10 - "Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia." Este versículo es un gran recordatorio de que, incluso cuando nos sentimos asustados o abrumados, Dios está con nosotros, y nos dará la fuerza que necesitamos para superar cualquier desafío al que nos enfrentemos. 2. Deuteronomio 31:6 - "Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará". Este versículo es una hermosa promesa de que Dios nunca nos dejará ni nos abandonará, pase lo que pase. Podemos ser fuertes y valientes, sabiendo que nunca estamos solos. 3. Josué 1:9 - "Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas." Este versículo es otra llamada a mantenernos firmes, con fuerza y ánimo, sabiendo que Dios está con nosotros. Dios y Su presencia constante son la fuente de nuestra fortaleza.
No importa a qué nos enfrentemos en la vida, lo hacemos con Dios a nuestro lado. No hay lugar demasiado oscuro, ni dolor demasiado grande para que Él no sea nuestro consolador y compañero. El enemigo hace un gran trabajo convenciéndonos de que nos hemos equivocado tanto que Dios ya no quiere saber nada de nosotros. O que Dios no puede amarnos, porque si lo hiciera, la vida debería ser mejor, y ya no debería haber problemas en el mundo. Hasta que Jesús vuelva, podemos esperar encontrarnos con cosas muy difíciles en la vida. El mundo en el que vivimos sigue lleno de los efectos del pecado y el quebrantamiento. Como cristianos, estamos llamados y equipados para vivir como lo hizo Jesús. Jesús tuvo, en ocasiones, una vida dolorosa y difícil, pero nunca cuestionó su llamada y se mantuvo constantemente conectado con Dios. Al igual que Jesús, todos nos enfrentaremos al dolor y a las dificultades. Pero, al igual que Él, podemos atravesar los días de nuestras vidas conectados a Dios. Él nos traerá consuelo, una nueva perspectiva y alegría, incluso en las épocas más duras. No caigas en la mentira del enemigo de que Dios te ha abandonado, o de que no mereces Su amor. Silencia esos pensamientos negativos y, en su lugar, inunda tu vida de la verdad: que Dios te ama y está contigo.
Una de las cosas más importantes que puedes hacer cuando te sientes solo y cuestionas el amor de Dios por ti es dirigirte directamente a la Biblia y meditar en la verdad. Dedica tiempo, cada día, a leer algunas escrituras que te recuerda que Dios está contigo y deja que te reconforten. Cuanto más meditamos en la Palabra, más fácil nos resulta acallar las dudas y mentiras que dan vuelta en nuestra cabeza. 1. "Aun si voy por valles tenebrosos, no temeré ningún mal porque tú estás a mi lado; tu vara y tu bastón me reconfortan". - Salmo 23:4 Este versículo nos recuerda que, incluso cuando las cosas parecen realmente oscuras y aterradoras, Dios está ahí para guiarnos y protegernos. No necesitamos tener miedo porque sabemos que Él está con nosotros. 2. "El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes". - Deuteronomio 31:8 Este versículo es un gran recordatorio de que Dios siempre va un paso por delante de nosotros, y está ahí para guiarnos y conducirnos por lo que sea que estemos pasando. No necesitamos desanimarnos porque sabemos que Él está con nosotros.
Una de las formas más evidentes es a través de la vida de Jesús. En los Evangelios, vemos cómo Dios vino a la tierra en forma humana para vivir entre nosotros, enseñarnos y, en última instancia, sacrificarse por nuestros pecados. A través de Jesús, vemos que Dios no es una deidad distante e inaccesible, sino un Padre amoroso que está íntimamente implicado en nuestras vidas. Otra forma en que el Nuevo Testamento nos muestra cómo Dios está con nosotros es a través del Espíritu Santo. Después de ascender al cielo, Jesús envió al Espíritu Santo para que fuera nuestro ayudante y guía. El Espíritu es un compañero constante, que nos consuela en los momentos difíciles y nos da sabiduría y fuerza para superar los retos de la vida. A lo largo del Nuevo Testamento, también vemos cómo Dios está con nosotros en la comunidad de creyentes. A la Iglesia se la llama el cuerpo de Cristo y, como miembros de ese cuerpo, estamos unidos por el Espíritu. Estamos llamados a amarnos y servirnos los unos a los otros, a soportar las cargas de los demás y a compartir las alegrías y las penas de los demás. Así pues, ya sea a través de Jesús, del Espíritu Santo o de la comunidad de creyentes, el Nuevo Testamento está lleno de ejemplos de cómo Dios está con nosotros. Es un recordatorio de que nunca estamos solos, de que Dios siempre está con nosotros y de que nos ama más de lo que podemos imaginar.
Cuanto más aprendamos a reconocer la presencia constante de Dios con nosotros, más podremos ceder a Su transformación continua de nosotros. Dios trabaja constantemente en nosotros. Día tras día, nos llama a la libertad y a reconocer quiénes somos en virtud de Él. Dios no está con nosotros sólo para hacernos compañía o para que los momentos difíciles sean más fáciles. Dios, y Su poder transformador, están con nosotros. Cuando le escuchamos, respondemos y construimos una relación con Él, nos sana y nos rehace. Cuanto más reconocemos y nos apoyamos en Su presencia con nosotros, más nos transforma, llevándonos a la plenitud con Él.
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