Si has crecido en un entorno de iglesia, es probable que hayas oído hablar de los devocionales diarios de alguna forma. Si eres nuevo en esto, la frase puede sonarte un poco rara. Este artículo pretende explicar el concepto y sugerir que, aunque los devocionales diarios puedan parecer anticuados, pueden ser una herramienta eficaz y vivificante que tiene un poder transformador para impactar profundamente tu camino como creyente.
Un devocional diario se refiere principalmente al hábito de comprometerse con la Escritura, la reflexión espiritual y la oración a diario. Esta práctica puede adoptar diversas formas. He oído que la gente lo llama "tiempo de intimidad", "devos" o incluso "café con Dios". Algunos reservan unos momentos por la mañana. Otros aprovechan el tiempo antes de dormir. Por lo general, ese tiempo devocional implica dedicar un espacio intencional a leer un pasaje bíblico, orar al respecto y considerar cómo podría aplicarse en tu vida. No hay una fórmula para esto, y verás que todos los creyentes lo hacen de manera diferente. Muchos utilizan este tiempo para escuchar música de adoración o para realizar meditaciones bíblicas como las que se encuentran en la app Glorify. Todo eso es bueno. Un devocional diario no es algo que hacemos para impresionar a Dios. Es una actividad relacional e intencional diseñada para ayudarnos a conocerlo más de cerca. Pero, ¿cuál es el objetivo de todo esto? ¿Los devocionales diarios son algo que deberías considerar y empezar a practicar? ¡Este artículo propone que SÍ! Comprometerse con Jesús diariamente y con devoción puede transformar profunda y positivamente cada parte de tu ser. Vamos a dividir la idea del devocional diario en sus dos partes constituyentes para explorar esto más a fondo.
“Danos hoy nuestro pan cotidiano”. Mateo 6:11 Las mejores relaciones de nuestra vida suelen ser las que tienen una interacción diaria. ¿No es así? Piénsalo por un momento. ¿Quién es ese amigo al que no puedes pasar un día sin enviarle un meme? ¿Quién es la primera persona a la que llamas cuando recibes una buena o mala noticia? Las relaciones más profundas e íntimas de nuestra vida son aquellas en las que invertimos a diario. Lo mismo ocurre con Dios. La Escritura está llena de referencias que nos animan a entrar en comunión con Dios a diario. Si tienes tiempo, haz una simple búsqueda de palabras para ver cuántas veces se menciona “diario” en la Biblia. Los resultados pueden sorprenderte. Nuestra vida está diseñada para ser vivida con Jesús día a día. Si solo pasamos tiempo con Dios el domingo, nos perdemos la profundidad de la hermosa relación que Jesús tiene para ofrecernos.
Con Dios, puede haber poder y fructificación todos los días. Cada día, podemos ver a Dios moverse, actuar e interactuar con nosotros. Lo pequeño y frecuente siempre es mejor que lo grande e infrecuente. En resumen, una relación consistente y diaria con Dios tendrá un mayor impacto en tu vida que una irregular y a distancia. Dios quiere intimidad contigo. Y esa intimidad se construye con prácticas diarias. En los pequeños momentos. En las cosas cotidianas. Cuando Jesús nos enseña a orar "danos hoy nuestro pan de cada día", anhela que acudamos a él y se lo pidamos cada día. De lo contrario, habría dicho "danos esta semana nuestro pan semanal" o algo similar. Dios quiere tu atención, y la quiere diariamente. ¿Por qué? Porque te ama y desea pasar tiempo contigo. Ahí es donde una vida con Cristo se vuelve más interesante y emocionante.
“Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración”. Hechos 2:42 La mitad del poder de un devocional diario está en su regularidad. La otra mitad, sin embargo, proviene de nuestra decisión de estar presentes en esa práctica diaria. No acudimos a pasar tiempo con Dios cada día porque sí. Más bien, nos comprometemos con él profundamente porque es el Rey de reyes y merece toda nuestra adoración y atención. La devoción se define como "amor, lealtad o entusiasmo por una persona o actividad". Aunque es una palabra antigua, tiene mucha relevancia para nuestro camino cristiano hoy. La iglesia primitiva, en el pasaje anterior, modeló la importancia de la devoción. No tenían mucho físicamente - muchos de ellos no eran ricos, inteligentes o calificados. Sin embargo, estaban comprometidos y profundamente involucrados en las prácticas de su fe y vieron increíbles milagros como resultado de ello.
El creyente no puede vivir a medias. Nunca funcionará. Jesús nos exige todo y nos promete todo a cambio. Al negarnos a nosotros mismos, encontramos la belleza de Cristo y nos satisface para siempre. Esto requiere devoción. Significa dar prioridad a las cosas de Jesús sobre las del mundo. Requiere mostrar lealtad y entusiasmo por Dios. Y requiere escudriñar la Escritura y orar con sinceridad para descubrir más sobre el increíble Dios al que servimos. En última instancia, seguir a Jesús demanda nuestro corazón. Nuestro corazón completamente entregado. Una parte clave del crecimiento en la práctica de los devocionales diarios es elegir intencionalmente anhelar a Dios y comprometerse prácticamente con sus caminos. Esto no sucede de la noche a la mañana, sino que se transforma con el tiempo. El arte de la devoción es uno que dará un fruto sorprendente en tu vida. ¿Qué tienes que hacer para fomentar tu devoción a Jesús hoy? Nuestro consejo: empieza con algo sencillo.
Un devocional diario es efectivo para tu camino como creyente porque es algo que se hace regularmente y porque es algo en lo que realmente puedes invertir tu corazón y compromiso. En Glorify, estamos comprometidos a ayudarte a crecer para que puedas encontrar alegría e intimidad con Dios cada día. Todos nuestros recursos están vinculados a la construcción de hábitos saludables y sostenibles en tu vida. También puedes acceder a la sección de devocional diario de Glorify. Es una manera simple de construir una rutina devocional diaria en tu vida. ¿Quién sabe lo que Dios podría hacer en tu vida cuando comiences a involucrarte con estas prácticas? Fotos por Sixteen Miles Out en Unsplash
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